Andrea López: 17 años de la desaparición y muerte (VIDEO)
- Winifreda
- 11 feb 2021
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“A 17 años de la desaparición y muerte de Andrea López, seguimos buscando su cuerpo, seguimos la lucha y el pedido de justicia. Buscándola nos encontramos, y la encontramos en cada mujer”, escribió la Colectiva Feminista Abolicionista Todas Somos Andrea.

En el día de ayer se hizo público un video con la colaboración de la Editorial 7 Sellos, de Santa Rosa.
Andrea -oriunda de Santa Rosa- desapareció el 10 de febrero de 2004. Para la Justicia, no hay dudas: fue asesinada por su pareja, el boxeador Víctor Purreta.
El cuerpo de Andrea, que tenía el tatuaje de un niño con guantes de boxeo y el nombre “Carlitos” -por su hijo Carlos Emanuel- en el brazo derecho, aún no fue encontrado.
Emanuel es el hijo de Andrea López y de Purreta. Cuando tenía cinco años, presenció el asesinato. Se animó a hablar en 2011 y su testimonio fue clave para condenar al femicida.
Purreta sigue en la cárcel. En 2014 fue condenado a 18 años de prisión por el femicidio, a partir del testimonio de Emanuel. Pero, sumando otras causas por facilitamiento de la prostitución y lesiones, debe cumplir una condena unificada de 25 años.
En la cárcel da clases de boxeo a otros presos y mantiene el silencio. Incluso, estando en la cárcel, se ha casado en dos oportunidades.
Andrea fue la primera esposa de Purreta. Vivían juntos en una casa de la calle Maestros Puntanos, en un barrio al norte de la capital pampeana. Era obligada a prostituirse por su marido y eran recurrentes las peleas. Purreta la golpeaba, ella se iba a la casa de madre y él la denunciaba en la Policía por abandono de hogar. Volvía con su esposo y se reiniciaba el maltrato y la explotación.
Se cree que el asesinato de Andrea que se cometió en la noche del 9 de febrero o la madrugada del 10 de febrero de 2004. Emanuel o “Carlitos”, el hijo de ambos, dijo en 2011 en la Justicia que vio cómo su padre, luego de molerla a palos con un rebenque y ahorcarla, la acostó en una cama. Luego la llevó a la rastra al baño. Por la hendija de la llave de la puerta, pudo observar que la había puesto bajo la ducha. Quería reanimarla. Luego, su padre salió del baño y lo mandó a dormir.
Poco tiempo después, llegó a la casa un familiar de Purreta a cuidar al nene. El boxeador salió. En la madrugada del 10 de febrero, a las 5.20 horas, Purreta fue visto a bordo de su camioneta. Lo vio su propia madre. El boxeador, ya en el juicio, reconoció la pelea, dijo que salió a comprar cigarrillos y que al volver advirtió que su esposa ya no estaba. “Yo no la maté”, aseguró.
