El agresor recibe una condena de seis meses de prisión efectiva por lesiones leves agravadas por el vínculo
En el barrio Santa María de La Pampa, en la ciudad de Santa Rosa, un padre agredió a su hijo de 13 años, causándole una inflamación y un hematoma en el ojo izquierdo, durante una fiesta de cumpleaños.
La sentencia fue dictada por el juez de audiencia, Andrés Olié, quien, tras revisar las pruebas presentadas durante el juicio oral, consideró que los hechos imputados por el Ministerio Público Fiscal al progenitor estaban probados. La fiscala Verónica Ferrero había solicitado la misma calificación legal durante su alegato de cierre, mientras que el defensor particular, Gastón Gómez, solicitó la absolución del acusado.
Gómez argumentó que el padre se mostró arrepentido, planteó la posibilidad de que la lesión se produjera en medio de una especie de pelea y mencionó que la ingesta de alcohol podría haber influido en el incidente. Sin embargo, el juez Olié determinó que la sanción debía ser efectiva debido a un antecedente anterior del acusado.
El juez explicó que el imputado tenía una condena previa a un año de prisión en suspenso, lo que, aunque no se unifica en este caso, impidió una nueva condena de cumplimiento condicional. En cuanto a la prohibición de acercamiento y contacto con el adolescente, el juez no la impuso debido a pruebas que mostraron que la víctima mantenía contacto con su padre en algunas ocasiones.
El magistrado negó que el menor hubiera tenido una actitud agresiva que justificara la acción del acusado y descartó la inexistencia de dolo en la agresión. Al fijar la pena, Olié indicó que la fiscalía solicitó la imposición del mínimo penal y que, por consiguiente, él no podía imponer una sanción más gravosa. El acusado reconoció completamente los hechos imputados y mostró sincero arrepentimiento durante el debate.
Esta sentencia subraya la importancia de abordar la violencia familiar y enfatiza la necesidad de crear conciencia sobre la prevención de la agresión en el entorno doméstico. La justicia busca garantizar la protección de los derechos de los menores y sancionar a aquellos que infringen la ley.
