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  • Foto del escritorFernando “Catuto” Ojeda

Carlos Alberto Müller: Un arquitecto funcional, un arquitecto socialmente humano

Carlos Alberto Müller 68 años, mentado en su pueblo como “Carlitos Miller”. Su hermano se llamó Raúl Eloy, su hermana más chica se llama Silvia Sotelo. Su papá fue Pedro Müller, su mamá “Ñata” se llevó por nombre Consuelo Victoria Cantera.

cronista: Fernando “Catuto” Ojeda

Carlos estuvo casado con Adriana Fernández. Caritos sostiene que con su ex hoy son grandes amigos. Carlos y Adriana tuvieron un hijo llamado Juan Pablo que es el mayor, luego sigue María Magdalena conocida como “Magui” y la menor es Ana Paula. Tienen un nieto llamado Valentino, hijo de Ana Paula.


Carlos estudió en el IPCR (Instituto Privado Cristo Redentor) de Winifreda, hasta 3er año, luego continuó sus estudios en el Colegio Nacional de Santa Rosa y más tarde continuo con sus estudios universitarios en la Universidad Nacional de Córdoba.


_Cuando me fui a estudiar a Córdoba primero fui a la Universidad Católica, ahí estuve un año y después me fui a la Pública.


_Antes de todo ello Carlitos vamos a empezar por la infancia winifredense…

_Bueno ahí tengo que nombrártelo a tu viejo, jugábamos todos los días. Cuando el Pety no venía iba yo a buscarlo. Jugábamos acá en el patio al futbol. Jugaba el Pety y el Juan contra Cacho y contra mí. Mi hermano y el Juan eran unos pataduras bárbaros. Y como el Pety era el más chiquitito por eso le decimos Pety. Yo igual siempre lo llamo Víctor, Víctor Miguel Ojeda. Hemos sido muy amigos con Víctor. Y cuando no jugábamos acá en el patio, la plaza tenía las veredas de tierra. Nos cruzábamos a la plaza y ya teníamos la canchita ahí. Yo ahora que ya pasaron todos los años, miro la plaza y veo a los chicos jugando a la pelota ahí. Todo eso me traen recuerdo de aquella infancia que vivimos nosotros. Creo que hemos tenido una muy linda infancia. Mis viejos eran laburantes, tus abuelos fueron laburantes, y así fuimos criados, fue una hermosa infancia. Con tu viejo siempre nos tocó jugar juntos al fútbol. Había partidos de la calle de plaza para allá (y señala al este, es decir al barrio Moscú). Allá estaban los Pascal, los Schwaller, y después estábamos los que vivíamos de la calle de plaza para este lado. Los de este lado éramos, tu viejo, el negro Núñez, el Machi Montero, después más allá estaban los del Cuna y barrio, que en ese equipo estaba Hugo Villalva. Hugo vivía donde hoy está el Pato Martínez. Ahí fue la primera escuela que hubo en Winifreda. Después vivió la familia Villalva, era un salón grande, y se hacían fiestas también.


_Claro, era grande y ahí se hizo los festejos del casamiento de Clemente Salvetti y la Buby. Como recordás los alrededores de tu casa, de esta casa.

_Acá al lado estaba el abuelo Brendle. Esta casa, que era la casa de mis viejos no tenía el salón de acá adelante. El salón se hizo allá por el año ’58. Sabés que me acuerdo que el constructor no era de acá. Cuando paraba a comer hacía unos bifes saltados con cebolla y ajo que a mí me encantaba y me iba a comer con él, y con los albañiles, jaja. Después de esta casa seguía la farmacia. La farmacia en ese tiempo era de una farmacéutica llamada Ana Giunta. Ella era de Villa Mercedes (San Luis). Después estaba el correo, que mi viejo fue dueño de todo eso. Después mi viejo vendió la casa del correo, se la vendió a Chernisky. Después cuando mi abuela se vino a vivir al pueblo, mi abuela Salomé, mi viejo le dio la casa de acá al lado. Después cuando falto la abuela esa casa se vendió. Después más allá estaba Baldovino, que además de la amistad que teníamos con Pina, Elena y La Mari, estaba la pileta, era el lugar común donde se juntaba todo el barrio. Creo que era la única pileta en todo el pueblo. Después teníamos el tanque de la feria, y ahí íbamos nosotros que éramos medios salvajes. La feria que está acá nomás atravesando las vías. En aquel tiempo era la feria de Colombo y Magliano. Es donde estaba Arguello. Después acá a la vuelta de la plaza estaba el conventillo donde vivían los Llanos, y también había un conventillo donde hoy está la sala velatoria de la cooperativa y la casa que era de Mutti. Que esa casa de Mutti fue el primer proyecto que hice en Winifreda, donde hoy vive tu hermana.


Sabés antes de seguir con este tema de lo que pude haber hecho con mí que hacer de arquitecto, quiero contarte algunas cosas más de aquellos años de infancia y los tiempos del secundario acá en Winifreda. Fue una época muy linda para mí. Fueron 3 años hermosos en el IPCR, fueron hermosos porque estábamos todos los amigos. Creo que compañeras mujeres eran 4 más no sé si había. Estaban “Pelusa” Wiggenhauser, “Catita” Rech, una chica de Kamarosky, que no recuerdo su nombre, Raquel Barabaschi, Estela González, y había una compañera Pitz también. Los muchachos estaban Edgardo, Nelson, Pety, “Pepino” Raúl Calvo, vos sabes que le dicen Pepino porque yo le puse Pepino, Oscar Brendle, el Negro Núñez no porque lo habían mandado a Santa Rosa. Después estaba un chico de apellido Sorati, hijo de un policía que había acá, estaba también Atilio Moyano.


_Che Carlitos tenían buenos jugadores en ese grupo.

_Si, había buenos jugadores. El Negro Núñez fue un 9 de área espectacular. Pero en ese tiempo había muy buenos jugadores acá. Llegar a primera en ese tiempo costaba muchísimo. Pasaron los años y también pude jugar en primera. Tu viejo también jugo en Primera.


_Carlitos me han dicho que eras bueno jugando al fútbol. ¿En qué posición jugabas?

_Jugaba de 8. Cuando me fui a Córdoba llegué a jugar en Belgrano. Fue así, yo vivía a dos casas de por medio del que era en ese entonces el Presidente de Belgrano de Córdoba. Un día este señor me dice, ¿che hay un cuadrangular el próximo fin de semana, querés jugar con nosotros? Y jugaba Instituto, Talleres, Racing y Belgrano. Y jugué, me encantaba el fútbol. En esa época estaba “la Pepona” Rinaldi, “el Pancho” Rivadero, ellos eran jugadores de Belgrano en ese entonces. En Talleres estaba Daniel Willington, así que ¡mira vos! La cosa que jugamos el cuadrangular y tuve la suerte de hacer 3 goles. Entonces mirá lo que pasó, me dijeron vení a jugar con nosotros que te compramos. Les dije que estaba fichado en mi pueblo en el Club Social y Deportivo Winifreda. Me dicen “vos andá habla en tu pueblo y te venís a jugar para Belgrano”. Vengo a Winifreda, en ese momento mi viejo era el presidente del Club. Le explico, bueno la cosa que no sé dio. Winifreda para ese entonces ya había vendido a Pedro Verde. Winifreda siempre tuvo buenos jugadores. La cosa que lo mío en Belgrano no se dio y desde entonces nunca más jugué al fútbol. Colgué los botines. Nunca más jugué al fútbol.


Debo decir que para ese entonces yo estaba empezando a vivir otra etapa, empezaba a vivir el mundo de la bohemia cordobesa. Ya me gustaba las guitarreadas, el compartir el vaso de vino, esas largas noches de Córdoba, bueno acá en Winifreda siempre hemos sido bolicheros, no estoy diciendo ninguna novedad. Pero antes de eso también fui jugador de Tenis, incluso representamos a La Pampa en Mendoza con el Nolito Wiggenhauser. La cosa que ahí jugamos el Torneo Argentino de Tenis, y nos cagaron a pelotazos, jaja.


_Carlitos de que se trataba ese mundo que conociste en Córdoba además de esas largas noches de bohemia.

_Me fui a estudiar Arquitectura, pero igual rendí tres exámenes de ingreso a tres carreras y en las tres quedé. Como acá había andado bien con Davor en el colegio en Anatomía, fui y rendí para entrar en medicina. También me gustaban los fierros, por lo que me metí y rendí para entrar en Ingeniería. Ingeniería me quedaba en la esquina y Arquitectura me quedaba más cerca, a media cuadra entonces también me meto y rindo en Arquitectura. La cosa que entré en las 3. Pero tuve circunstancias muy particulares. Cuando ya estaba aprobado en medicina el “Lelo” Isa, es decir Alberto, él ya estaba en segundo o tercer año de medicina. Me dice “Vení, vamos a ir al clínicas, yo te voy a mostrar. Porque eso es hospital escuela, sobre los quirófanos hay bóvedas de cristal, de vidrio, entonces desde ahí arriba todos los estudiantes pueden observar las operaciones, así funciona. La cosa que fuimos a observar una de esas operaciones. Vos sabés que cuando cortan, no es que van cortando y la sangre va apareciendo de a poco. No, cortan y la sangre brota de golpe, hace un efecto tremendo. Bueno ese día se terminó el estudiante de medicina (Carlitos estalla en una carcajada).


Mientras tanto en Ingeniería el día que fui se toma la facultad y también fueron los milicos. Ese día me pegaron un cadenazo los canas que no me olvido más.


La cosa que al final solo me quedo en Arquitectura y termino viviendo la mejor época de Arquitectura. Esto era por el año 1972. En esa época se puso en práctica un sistema educativo conocido como Taller Total, capaz que Hugo Villalva te pudo haber contado algo de eso…


_Si, Hugo me hablo de esa experiencia educativa, política y cultural.

_Para mí fue uno de los mejores sistemas educativos que hubo.



La facultad de Arquitectura se toma en 1970 por los estudiantes y profesores,  y se organiza de forma integral lo que se dio en llamar Taller Total de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba.


_Bueno, vos que después de que nos recibimos yo tuve la oportunidad de viajar. Cuando me preguntaban de donde venía yo y les decía que mi formación era la del Taller Total de Córdoba, ya era otra cosa, querían saber cómo había sido esa experiencia. El Taller Total era algo integral, trabajábamos todos. Trabajamos los de primer año con los de Tesis, que eran los de sexto año. Cómo se armaba la estructura, a mí me tocó hacer vivienda, me tocó hacer educación, industria, salud y transporte. Que fue con lo que me recibí. Diseñé una terminal de ómnibus en Jujuy. El proyecto urbanístico de ese lugar lo hice con un pibe de allá de Jujuy. Después se pidió el proyecto a la facultad, y la terminal de ómnibus de Jujuy está emplazada donde nosotros la habíamos proyectado. La terminal está en la entrada de Jujuy. No está metida en el medio de la ciudad. Que es una de las críticas que hice a donde está ubicada la terminal de Santa Rosa. Hay que sacarla de ahí. Bueno no me quiero ir del tema. Nosotros proyectamos con el Taller Total viviendas sociales. Porque Arquitectura estaba muy politizada en ese tiempo. O sea, no diseñábamos grandes mansiones. Se hacían viviendas sociales. Bueno también tiene que ver con cosas que uno lleva dentro. En mi caso no soy Formalista, soy Funcionalista hablando desde las perspectiva o corriente de la arquitectura. Es decir para mi es más importante la función que la casa te brinda cuando la haces que la forma de la casa, ¿entendés?


_Sí, es un concepto político y técnico.

_Exactamente. Y es un concepto ligado a lo familiar. Cada cosa en ese diseño de esa casa tiene que tener su espacio y a su vez estar integrada. Después cuando hicimos salud, proyectamos el hospital de niños de Buenos Aires salió de la facultad de arquitectura de Córdoba.


_ Carlos algo de esto supo hablar y desarrollar el Arquitecto Rodolfo Livingston y que en Cuba lo quieren mucho por todo el aporte que realizó en el desarrollo de viviendas familiares…

_Claro, dentro de ese tipo de arquitectura está la arquitectura familiar. Cuando yo he realizado mis proyectos siempre pensé que la casa hay que usarla en su totalidad. Con el tiempo pensé que en cierta forma estaba equivocado. Me ha pasado que en la que fue mi casa, la de la avenida que hoy es de Rosita Stremell. Pensaba en que entro a mi casa y tengo que ir para el comedor, para la cocina, para el “star”, para los dormitorios y para un baño de servicio sin tener que interferir en ninguno de los lugares. Eso es la funcionalidad. Eso te da la belleza interior de la casa, no la exterior y en eso está la diferencia. Si vos conjugas las dos cosas estás en la arquitectura ideal, que es muy difícil lograrlo. Uno aprende de los pueblos que la gente no tiene la capacidad económica como para hacer una gran mansión, entonces dentro de lo reducido que puede ser la economía, que tenemos el común de los hogares. Vos tenés que tratar de unificar todo eso y resolverlo en pequeños espacios. Tal es el caso de lo que fue la casa de la familia Mutti donde hoy vive tu hermana, la casa de la calle 9 de julio. El frente de esa casa solo tiene 7 metros pero es una casa de 180 metros cuadrados. Y no tiene doble piso, y tiene buena iluminación, tiene buena circulación donde no hay invasión de espacios.



La charla con Carlitos siguió, en un recodo, en un descanso del camino del tema de la arquitectura le comento a Carlitos que alguna vez un grupo de estudiantes supimos del Winchester de Bairoletto que él tiene…



El Winchester de Bairoletto


_Uy vos sabés que me mandé una macana con ese Winchester…


_Pará Carlitos, como fue que llegó a vos, primero contanos eso.

_Yo cumplía algo así como 5 años. El viejo Baldovino como no tuvo varones, terminé siendo como un para él. Me adoraba el viejo Baldovino, y yo lo adoraba a él. Mi vieja me había hecho un sobre todo largo y Baldovino en tono de broma me decía ‘qué haces Alsogaray’, jaja

La cosa que cumplía los años, y que hace un niño ese día. Sale a recorrer a dejarse ver en el barrio a ver si le regalan algo, y eso mismo hacía yo. Ese día llego a lo de Baldovino, me saludan por mi cumple años. Y en lo de Baldovino vivía un viejito Don López, que había sido puestero en un campo que era de un tal Prezello. El padre de Prezello fue uno de los fundadores de la Usina de Winifreda (hoy CEW). El viejito este, Don López vivía ahí en el campo y Bairoletto pasaba por ahí y era un poco el refugio de él. Cuando Juan Bautista Bairoletto se va a vivir a Mendoza, huyendo de la policía, le deja de regalo el Winchester a Don López. El Winchester tenía 5 o 3 cruces, en la culata. No sé de qué serían. Quizás ¿serían las cruces de los tipos que se habría limpiado? No lo sabemos. Lo cierto es que la macana que me mandé yo cuando vine grande es hacerlo restaurar y en ese acto todo eso se borró.


El Winchester fue hecho todo de nuevo.

Bueno pero mira aquel día del cumpleaños me dice Baldovino, mirá te voy a regalar esto, era el Winchester que Don López se lo había regalado a Baldovino y Baldovino me lo regaló a mí. Don López vivía ya grande en la Clínica de Baldovino. Don López lo trajeron los Prezello a lo de Baldovino cuando vendieron el campo. Ese año cumplí 5 años, de eso me acuerdo clarito. Te imaginas cuando me vine con el Winchester ese a mi casa. Muchos años estuvo en la casa de mis padres, que era mi casa familiar. Era mi regalo y nadie lo tocaba. Ni mi viejo lo podía tocar.


Pasaron los años, me voy a Córdoba a estudiar. Cierta vez conozco a un armero, un polaco. Me acordé del Winchester. Me dijo traelo que yo te lo arreglo. Lo recuperó todo. Winchester calibre 44. Cuando lo fui a buscar estaba totalmente transformado. Empavonado los caños. Todo perfecto. Me dice el armero vení que lo vamos a probar. Sabés como lo probamos, fuimos a un lugar y llevamos una barra de hielo como los que hacía antes la cooperativa de acá del pueblo. No quedaron ni cubitos. El impacto que tenía era espectacular. Es un arma de guerra, fue la única vez que realicé disparos, en realidad fue el armero quien hizo los disparos de prueba. Tengo los papeles. Le hice todos los papeles. Hoy el wínchester es parte del legado familiar. Se lo regalé a Juan. Toda la familia conoce la historia.


Insisto, hoy perdió el valor histórico que pudo haber tenido porque todas las huellas personales, las marcas del tiempo y del uso que le dio Juan Bautista Bairoletto se perdieron cuando se lo restauró. Pero simbólicamente para nosotros sigue siendo el Wínchester de Bairoletto.




_¿Casualidad? el hijo de Carlitos y Adriana lleva por primer nombre Juan. 


Retomamos el camino de la construcción de pensar el diseño arquitectónico de las casas y la funcionalidad con que son pensadas. Queda atrás el descanso donde los habíamos apostado a charlar y tomar unos mates para escuchar aquella historia del Wínchester 44 de Juan Bautista Bairoletto, ídolo de los quemados, viejo y popular bandido rural que fue querido por los paisanos de nuestras pampas.


_Si las casas siempre las he pensado desde el concepto funcional para cubrir las necesidades de una familia. Eso implica pensar en economizar energías. Hay una cosa que son ciertas en arquitectura, las mejores orientaciones para una casa son al Norte y al Este. Porque el Oeste nos pega mucho el Sol. El Sur no tiene luz. Tiene luz natural, pero nunca tenemos el Sol desde el Sur. La casa de la avenida tiene el frente al Sur pero está toda iluminada desde su parte trasera, recibe luz del Norte y del Este. El star tiene los “Windows” hacia el Este.


_Carlitos decime que recordás de tu época universitaria, participaste de alguna militancia política, pienso por los años en los que estuviste estudiando en Córdoba. Digo, a mí me tocó estar en San Luis y yo sin haber participado de forma orgánica a nivel político si tuve participación política cuando se quisieron cerrar o vaciar la matrícula de la escuelas especiales y otras cosas que allá por el 2003-2004 me llevaron a marchar en la multitudinaria marcha de la Multisectorial de San Luis.…

_Es que es inevitable, entras a la universidad y es entrar a un mundo político. Yo viví el Cordobazo, a la distancia pero mi hermano Cacho ya estaba en Córdoba. Yo lo fui a visitar justo para el Cordobazo del año 69. Yo vi como llevaron a los militares para parar la revolución política que había. Andaban a caballo. Los que más participaron en esta revolución fueron SMATA, Luz y Fuerza, estaban Atilio López, Obregón Cano, Agustín Tosco, los Vaca Narvaja, y sabés que hacían les tiraban las bolitas de acero, los caballos se desparramaban. He visto como una Molotov que tiraron debajo de un carro de asalto y hacerlo volar dos o tres metros en el aire. Yo voy en el año ’72 a Córdoba. Ahí nomás al año y pico es la llegada de Perón. En el ’73 Cámpora, y en el ‘74 Perón. ¿Sabés quien llegó a vivir en mi casa en una época en Córdoba? Víctor Heredia…una vez ya habían pasado todos estos años, volvía de Montevideo a Buenos Aires y ahí en ese viaje nos cruzamos en el ferris, y vos sabés que se acordaba de mí…Se sentó conmigo, yo estaba tomando un café y viene y me dice ¿no te acordás de mí? y yo le digo como no me voy a acordar de vos Víctor por favor. Ahí nos quedamos charlando un rato largo. Tengo alguna foto por ahí que me quedo de recuerdo ahí en Uruguay. También fui muy amigo de “Los 4 de Córdoba”, iban a cantar a casa.


_Mirá estas cosas que contás, de la cantidad de gente que pasó o que supo llegar a tu casa, Hugo Villalva supo decirme alguna vez la casa de Carlitos y del Cacho era la casa del pueblo…

_Es que era así, además era una casa grande. Tenía dos pisos. En la planta de abajo había dos dormitorios, la cocina, el estar, esos dormitorios de la planta baja eran los lugares de estudio, con todos los tableros que usábamos nosotros para dibujar. Arriba había un dormitorio grande.

En aquel tiempo nosotros los estudiantes de arquitectura entre otras cosas supimos ganarnos el mango como dibujantes para otros arquitectos. Así que en mi casa entre otras cosas laburábamos largas horas como dibujantes. Por otro lado también esos años universitarios fueron momentos difíciles, teníamos a los milicos siempre encima. La vida universitaria siempre fue política, la arquitectura es política. Desde la arquitectura nosotros hacíamos política social, política de salud, política de educación, política de transporte, todo es política.


Bueno algo de eso nos enseñó Nicola Tesla, el manejo de la energía es política.

_Claro!, vos sabés que uno de los primeros motores que hizo Tesla, que después se desarrollaron con el tiempo, era triangular; con un émbolo que producía la combustión en cada una de las esquinas, ese motor era eléctrico que producía su propia energía. Conozco el tema de Tesla, lo estudié. Mirá me haces acordar de cosas que creí que había olvidado. Alguna vez diseñé casas industriales. Alguna vez diseñé para Palmar, me fue a buscar el viejo Astori de Palmar. Yo había tomado como modelo las casas industriales que se hacían en Italia con estructuras de hierro, yo tomé ese modelo y lo pensé con concreto. Pensamos el diseño con un muchacho de Santa Rosa, eran casas que se armaban con paneles de cemento, se armaban en 48 horas. Eran planchas de cemento y ladrillos huecos dentro de la vivienda. En Villa Mercedes hay un barrio realizado con esas viviendas. La patente quedó en manos de Palmar, es decir yo fui uno de los arquitectos que diseñaba para Palmar. Este tipo de casas se encastran sus partes, son modulares. Vos sabés que el viejo Astori me buscó sacando los antecedentes de la Universidad, y cuando nos conocimos me preguntó ‘cómo había pensado el diseño’, y le dije ‘se lo copié a ustedes, lo que pasa que ustedes lo hacen de metal y yo lo hago de hormigón’. Yo debo aclarar que me recibí en 1978, y estuve trabajando un tiempo en Córdoba. Me recibí cuando se hace el Mundial de Fútbol.


Uy no sabés, mi viejo me había comprado las entradas, fui a todos los partidos que pude. A la final no pude, no tenía las entradas. Yo viajaba con un verdulero que tenía un Torino, que también tenía entradas, pero el verdulero no tenía la entrada para la final, cuando llegó la final yo no tenía con quien viajar, entonces el verdulero me dice ´vos tenés la entrada de la final me tenés que vender la entrada´, y yo me le largo a reír y le digo estás loco yo no te la vendo, y el que no me lleva, entonces se la tuve que vender. Se la vendí bastante cara te digo eh! (risas).


Yo viví siempre en el barrio Alberdi cuando viví en Córdoba. De ahí que también me hice hincha de Belgrano de Córdoba. Yo iba a un boliche llamado “Los Piratas”, ahí se juntaban, había un pool, nos juntábamos ahí, y de ahí íbamos todos juntos, yo entraba gratis con “Los Piratas” a todos los partidos. Y eso estaba a una cuadra. Acá en Winifreda siempre fui del Deportivo Winifreda y de Boca Juniors. Ahora cuando te vas a vivir a otro lado uno es futbolero y terminas haciéndote de otro club porque uno se compenetra con su nuevo lugar y por lo tanto se hace hincha del nuevo club del barrio o de la ciudad a la que se fue a vivir y yo me hice de Belgrano por el barrio Alberdi o porque además yo jugué para Belgrano no te olvides…


Mirá es como “El Dany” Martínez se fue a jugar a Buenos Aires, éramos todo hincha del Bichito Colorado. Además con “El Dany” siempre nos pasó algo especial. Dany siempre fue un muchacho humilde y lo sigue siendo, socialmente todo el mundo quiere a Daniel, esa es la realidad, y Dany no se olvida de la gente. Hubo otros grandes jugadores en Winifreda, por ejemplo Daniel Arrebillaga, pero Dany Martínez para mí fue un jugador más completo.


Daniel Arrebillaga cuando se fue a jugar a Buenos Aires se va en Tren y estaba todo el pueblo prácticamente. Bueno antes con la llegada o partida del tren iba todo el pueblo a ver esa llegada o la partida.


_Carlitos en que brete nos metiste…el ferrocarril…

_El ferrocarril es una de las cosas que los pueblos nunca debieron haber perdido. El mundo hoy, las comunicaciones del mundo, las comunicaciones terrestres hoy es a través del ferrocarril. El ferrocarril fue lo que unió a todo el país. Está bien ya sabemos que estaba diseñado para sacar toda la producción hacia Buenos Aires donde está el puerto, eso fue pensado muy bien por los ingleses. Todos los ramales van a Buenos Aires, eso nadie lo puede negar, pero el ferrocarril fue el medio de vida de los pueblos. Y fíjate cuantos pueblos murieron cuando se terminó el ferrocarril. Winifreda subsistió porque estamos muy cerca de Santa Rosa, pero vos miras lo que ha sido Mirasol, inclusive Colonia Barón, Quemú-Quemú, todos estos pueblos estaban encadenados por el ferrocarril. Mira podemos decir cualquier cosa de los ingleses pero ellos no le erraron con el ferrocarril, lo que le erraron fueron los políticos nuestros cuando volvieron a privatizar el ferrocarril, lo mismo cuando privatizaron ENTEL, Gas que era del Estado…yo creo que fue un error. Ojala en algún momento se recupere el ferrocarril, todo tiene que ver con una decisión política que se tome. En eso Perón como estadista no se equivocó. Hoy el mundo viaja en tren. Mirá un día Juan estaba en Europa y me manda una foto del tren en el que iba, además de ir en un tren de primera la velocidad a la que viajaba.


_Carlitos volvemos al tema de la energía, la cantidad de energía que se utiliza en el ferrocarril para transportar cosas y para el transporte humano es muchísimo menor a la energía que se utiliza vía camiones, colectivos y autos.

_Es así, totalmente de acuerdo, incluso a nivel ambiental es preferible el uso del ferrocarril.


_Carlitos nos está quedando hablar de una obra que diseñaste vos tengo entendido, el Hotel de la CEW.

_Si es cierto, déjame decir que lo del hotel llega después de haber vivido varias etapas en las que tempranamente las pude vivir. Para poder llegar al Hotel de la CEW que es el hotel de Winifreda tuve que vivir otras etapas. Yo a los chicos siempre les digo, nunca dejen de estudiar. Estudien siempre. Pero nunca se olviden de la pequeña historia que les ha dado el pueblo. Es decir, váyanse, salgan hagan su experiencia, pero no se olviden que las raíces están acá. Si uno logra unificar esas cosas, mirá una vez en un cartel que anunciaba a tantos kilómetros otros pueblos, ahí habían pintado “Salida al mundo”, está bien pero lo que uno no puede perder es tu escencia, yo no quiero perder nunca de que Winifreda me dio a mi lo más hermoso que yo tuve, que fueron mis viejos, mis amigos, y mi familia, Adriana que fue la mujer con la que pude ser padre de mis tres hijos, mis hijos es lo más hermoso que tengo. Entonces si logras en el tiempo darte cuenta, de todo lo que me brindó mi pueblo, me tengo que sentir feliz, además de que me dio la posibilidad de estudiar, de todo, pero yo también le brindé al pueblo. Me acuerdo que al Centro de Jubilados nadie le quería hacer los planos. Magdalena un día en que estaba con mi vieja hablando, porque ellas eran muy amigas, me preguntó ¿vos no nos haría los planos? Así que le dije que si, claro que se los voy a hacer y se los obsequié, no les cobré. Hice el proyecto del escenario de la Escuela 104, trabaje con escuelas rurales, pude hacer el Hotel…



El Hotel de la CEW

_Diseñé el hotel y no cobré por ello. No cobre porque no quise cobrar. Sentí que tenía que devolverle algo al pueblo. Cuando sale lo del Hotel estaba si mal no recuerdo en la intendencia del pueblo Clemente Salvetti, y en la cooperativa Ignacio “El Petiso” Martín como presidente. Había que coordinar las dos cosas entre las dos instituciones. Y una cosa muy buena que se implementó fue que en una obra de esa envergadura es que trabajasen los muchachos municipales que eran albañiles. Mira había muy buenos laburantes. Había dos cuadrillas, una la manejaba “Cacuia” Ponce y otra la manejaba “Jorgín” Stremell, había dos puntas. Había que manejar esa realidad también. Estamos hablando de dos escuelas de albañiles como para graficar lo que significaba ello en esa época. Eran dos corrientes de albañilería dentro de una misma obra. Fue un plato en algún sentido, lo que pasa que eso lo podía observar de afuera. Pero eso sí, laburaron de una manera genial. Si uno se pone a observar hay un detalle que es el ladrillo visto que está muy bien trabajado por los muchachos. Eso se logra con muy buenos albañiles. Por ejemplo hoy en la casa de Priotti se ve ello. Son cosas que por ahí la gente no mira el detalle, por ahí se queda con lo general. Ese detalle del ladrillo visto en el hotel es maravilloso.


_Bueno Carlitos entonces ¿cómo organizaste el tema de las cuadrillas en la obra del hotel?

_Dividí en dos la obra, la parte de adelante la hacía la cuadrilla de “Jorgín” y la parte de atrás “Cacuia”. Después bueno “Jorgín” hizo casi toda la parte de afuera. Ahora muy buenos muchachos todos. La obra está a la vista. El techo se encargó un muchacho de afuera. Después la parte de arriba del techo, la parte de madera la hizo José Reidel. Después el frente fue modificado. Bueno eso en una obra no se puede modificar sin permiso, es decir en una obra así no se puede invadir la obra de otro profesional. Mirá te voy a contar una historia. Yo tuve un profesor excelente en la facultad que era Miguel Ángel Roca, que junto con Clorindo Testa hicieron todo el Centro Cívico de Santa Rosa, Casa de Gobierno, el famoso barco, todo lo diseñaron ellos. Cuando tuvieron que modificar la fuente, tuvieron que llamarlo a Clorindo Testa para que haga el nuevo diseño de la fuente, porque sino no la podían tocar. Es decir, acá en ese momento se incurrió en una falta, pero yo no le voy a hacer lío a la cooperativa. Pero yo al tipo que le hicieron hacer eso le dije, esto no se corresponde, no se puede hacer. Es decir en las construcciones así se le debe pedir permiso al profesional que diseñó dicha obra o bien tiene que ser el mismo profesional nuevamente el responsable de re diseñar la obra. Es algo que está en los códigos, en las leyes de la arquitectura.


Razón por la que el Hotel está dentro del pueblo.

_Siempre pretendía y lo sigo pretendiendo, cuando la cooperativa piensa en hacer el hotel yo pensé que ese hotel tenía que prestar un servicio a la comunidad, y no al viajero porque el viajero si tiene que hacer 4 kilómetros para ir al hotel lo hace. Comercialmente no sé porque no se puede demostrar si es verdad o no es verdad que es mejor tener el hotel dentro del pueblo, ahora creo yo que quizá a nivel comercial hubiese sido mejor en el cruce, eso era mejor para la cooperativa. Ahora creo que socialmente para el pueblo el hotel en el pueblo es mejor y eso lo sigo defendiendo a muerte. El hotel tiene que ser para mí que no tengo auto, y poder ir a comer. Para la gente que no tiene en que moverse hasta el cruce tenga donde ir a comer. Después sucede que la cantidad de viajantes que entran al pueblo ahí también hay un beneficio. Y hoy por hoy el pueblo está muy lindo. Y está para recorrerlo, y está para habitarlo. Y el servicio este lo tiene que prestar el hotel. No hay otro lugar donde ir. Y está ahí y por eso tiene que ser así.


_Carlitos ¿qué es para vos la arquitectura?

_La arquitectura para mi es todo. Sabes porque, porque en algún momento te conté, abarca todo, la salud, la educación, la política, la justicia, el bienestar social. La arquitectura engloba todo. Si hoy tuviese que elegir la arquitectura vuelvo a elegir la arquitectura, por más que hoy ya no la practique. Si a alguno les sirve lo que digo, estudien arquitectura, no los va defraudar, ni la arquitectura, ni la experiencia que van a lograr con arquitectura, y socialmente la arquitectura los va a integrar donde vayan a convivir, a vivir, eso es la arquitectura para mí.






AUSPICIAN LAS CRÓNICAS DE UN WINIFREDENSE:



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