MUNICIPIO DIFUNDIÓ RESULTADOS DEL PRIMER CENSO CANINO
Del total censado, diez canes son considerados peligrosos. La comuna entrega sin costo un dije que tiene grabado información de contacto de la mascota y de su poseedor. 25 canes están alojados en la perrera.
El censo poblacional canino realizado por la Municipalidad de Winifreda arrojó sus primeros resultados estimativos. Unos 600 perros, entre machos y hembras, tienen dueños y de esa cantidad diez son considerados potencialmente peligrosos o con extrema potencia mandibular.
La mayoría de estos son de raza Doberman y Pitbull. Un alto porcentaje están vacunados o desparasitados. Las razas que predominan son mestizo, Caniche, Ovejero Alemán, Coker, Collie Rough puros de pedigree y algunos vecinos tienen perros entrenados para la caza mayor. En la perrera municipal se encuentran alojados 25 canes.
La comuna, además, está entregando sin costo una placa o dije que tiene grabada información de contacto de la mascota y de su poseedor.
Los animales relevados fueron inscriptos en el registro municipal de propietarios de caninos, creado el año pasado por ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante. El sondeo comenzó en agosto de 2016 y finalizó hace unos días. El trabajo de campo estuvo a cargo de cuatro jóvenes promotores ambientales.
“No es alarmante, pero es importante el número de canes que hay en el pueblo. Unos 600 tienen un hogar, en una planta urbana donde hay unas mil viviendas. Además, hay que sumar a los que están en la vía pública, esos no fueron censados porque no se reconoce al dueño”, evaluó la encargada del área de Medio Ambiente comunal, Claudia Visbeek.
Pocas sin censar.
Algunos domicilios quedaron sin censar porque los promotores pasaron varias veces y nadie los atendió y agotaron las posibilidades de localizar a sus moradores. “Estamos entregando casa por casa los dijes para los perritos que ya están censados, después vamos a proceder a empadronar a los que faltan para posteriormente entregarles su identificación”, dijo.
“También le solicitamos a la gente que dé cuenta de aquellos canes que han fallecido o de nuevos nacimientos, acercándose a la municipalidad o a la Casa de la Cultura”, agregó. El dije es una medallita en forma de huesito que tiene grabado el nombre del animal y de su dueño, un número de teléfono y el número de referencia que le ha correspondido al can cuando se lo censó. Estos datos, junto a otros, se volcaron a una planilla, que se conserva en el área de Bromatología municipal. Visbeek detalló una de las bondades del método de identificación. “En caso que encontremos un can en la calle podremos comunicarnos con su dueño para que lo retire mientras tanto vemos en la planilla sus condiciones sanitarias”, señaló.
Adopción.
En cuanto a los perros que circulan sin ser guiados por una persona, la ordenanza determina que el municipio deberá brindarles el plan sanitario correspondiente, proceder a la esterilización y entregarlos en adopción en un plazo de 30 días.
“La idea es que la perrera vaya desapareciendo porque no es una guardería, no es un hotel canino. Tenemos que empezar a asumir conductas responsables en la sociedad con las personas, los animales, las plantas y los residuos, estás son cuestiones en la que nosotros ponemos énfasis”, afirmó.
“En la perrera no se reciben más animales, pero algunas personas irresponsables los tiran por arriba del alambrado y a la mañana los empleados encuentran nuevos perritos. Es cierto que tienen garantizado comida, techo y sanidad controlada, pero si queremos a los animales no podemos pretender o querer que estén en ese lugar porque es lo mismo que si una persona estuviese presa”, finalizó Visbeek.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 05/06/2017 >
