Tragedia en General Pico: un joven de 33 años falleció en un calabozo, la autopsia descartó violencia policial
- La Pampa
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Actualizado: hace 2 días
Un doloroso episodio conmovió a la comunidad en la madrugada de este domingo, cuando un joven de 33 años, que atravesaba un grave cuadro de adicciones, murió en un calabozo de la Comisaría Segunda de General Pico, adonde había sido trasladado luego de un episodio de alteración en su vivienda.

La investigación, encabezada por el fiscal general Armando Agüero, mantuvo en vilo durante varias horas a familiares, vecinos y a la fuerza policial, hasta que la autopsia reveló que la muerte fue consecuencia de causas naturales relacionadas con su delicado estado de salud, sin signos de violencia de terceros.
Una madrugada que comenzó con preocupación vecinal
El caso comenzó alrededor de la 1:00 de la madrugada, cuando el joven –a quien el fiscal describió como “un chico afectuoso, muy querido por su familia y por sus vecinos”– rompió los vidrios de su casa y salió a la calle con el torso desnudo y descalzo.
Los vecinos, que conocían de cerca su lucha contra el consumo problemático, se alarmaron especialmente al no ver a su madre, quien solía acompañarlo en los momentos de crisis.
Temiendo un hecho de violencia doméstica, y recordando intervenciones recientes de la policía y ambulancias, llamaron de inmediato al 101.
Intervención policial y traslado a la comisaría
Al llegar, los efectivos encontraron los vidrios rotos y al joven deambulando por la vía pública. Ante la posibilidad de que hubiera una víctima dentro del domicilio, procedieron a demorarlo y trasladarlo a la Comisaría Segunda para resguardar la situación.
Sin embargo, una vez en la celda, el desenlace fue fatal: el joven sufrió convulsiones y se desplomó. El personal médico intervino rápidamente, practicándole maniobras de reanimación (RCP) y trasladándolo al hospital, donde finalmente se confirmó su fallecimiento.
Investigación inmediata y protocolo extremo
La muerte en una dependencia policial activó todos los protocolos judiciales. El fiscal Agüero, que llegó a la seccional cerca de las 2:00 de la madrugada, dispuso la demora preventiva de todo el personal policial que había participado en el procedimiento, desde el traslado hasta la guardia de la comisaría.
Se tomaron declaraciones a familiares, vecinos y efectivos, mientras la Agencia de Investigación Científica (AIC) y la Brigada de Investigaciones trabajaban en la recolección de pruebas. La hipótesis inicial consideraba la posibilidad de un caso de violencia institucional, por lo que se actuó con máxima rigurosidad.
El informe forense trajo claridad
Al mediodía, el resultado de la autopsia –practicada por el médico forense Gustavo Ferreira– despejó las dudas. “La autopsia determina que él fallece por situaciones ajenas a cualquier intervención traumática de terceros. Es decir, que no fue víctima de violencia, sino que su situación de adicciones y su estado de salud orgánica lo llevaron a esa situación”, afirmó Agüero.
Con este informe, los efectivos policiales fueron liberados de toda sospecha, quedando el caso enmarcado como un drama familiar que tuvo un desenlace irreversible.
Un final anunciado por su entorno
Vecinos y familiares coincidieron en los testimonios sobre el cariño que despertaba el joven y el deterioro que había sufrido en los últimos tiempos debido a las adicciones. Algunos admitieron que temían que algo así ocurriera tarde o temprano.
El fiscal general sintetizó el caso con una frase que resume el dolor de la comunidad: “Es más un drama familiar que otra cosa”.
Participación de las autoridades
En el lugar trabajaron el fiscal adjunto Matías Juan, el fiscal de delitos contra las personas Juan Pellegrino, el fiscal general Armando Agüero, la comisaria general Vanina Fileni, el comisario general Alfredo Calzada (segundo jefe de la Policía de La Pampa), personal de la Brigada de Investigaciones y de la Agencia de Investigación Científica.