top of page
banner_PampaSeguridadActiva_737x125.gif
publi chica 2.jpg
cewtv 300.jpeg
DULCE MANIA CHICO
plex ago 2023_edited.jpg
Carlos Kisner 200

El dolor a dos meses del trágico fallecimiento de María Eugenia Affonso

  • Foto del escritor: La Pampa
    La Pampa
  • hace 12 horas
  • 3 Min. de lectura

A dos meses de la trágica muerte de María Eugenia Affonso, una joven de 19 años que fue atropellada por una moto en la avenida Circunvalación de Santa Rosa, su madre, Norma Caño, exige respuestas y justicia. "No hay nada en la causa. Ni detenidos ni certezas. Solo dolor y abandono", afirma con firmeza mientras denuncia la inacción de la Justicia pampeana y la falta de esclarecimiento del caso.


Un cruce habitual, un destino truncado

Era la noche del jueves 6 de marzo. María Eugenia salía de su clase de taekwondo, como lo hacía habitualmente. Su sueño era ingresar a la Policía y estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de La Pampa. Minutos antes de las 21:45, cruzaba la avenida Circunvalación en el paso peatonal semaforizado de la calle Neveu para tomar el colectivo. Un auto detuvo su marcha para dejarla pasar. Pero detrás venía una moto Honda 105 a gran velocidad que no frenó y la embistió brutalmente.


El impacto fue tan violento que el cuerpo de María Eugenia fue arrojado varios metros. No presentaba fracturas visibles en el cráneo ni el cuerpo. Solo tenía un dedo quebrado. Pero la fuerza del choque le desgarró el cerebro desde el tronco encefálico. Agonizó durante dos días en el Hospital Favaloro, donde finalmente fue declarada con muerte cerebral.

María Eugenia Affonso
María Eugenia Affonso

“La Justicia no me dio ni una respuesta”

Norma Caño denuncia que desde el momento del siniestro todo fueron errores e indiferencias. "No me avisaron hasta cuatro horas después del hecho. Mi hija tenía celular, DNI, toda la información... ingresó al hospital respondiendo a una orden médica. Si me hubieran avisado, al menos habría podido estar con ella en sus últimos momentos", lamenta entre lágrimas.


Las irregularidades en la investigación suman indignación al dolor. La conductora de la moto, una mujer, nunca fue detenida. Declaró no recordar nada del hecho, aunque testigos aseguran que preguntaba por la joven tras el impacto. La conductora del auto que frenó para que María Eugenia cruzara —clave para esclarecer los segundos previos al accidente— fue dejada seguir su camino sin que se le tomara declaración. "Era de Bahía Blanca y no le tomaron testimonio porque estaba de paso. Nunca más la llamaron", denuncia Norma.


Además, no había cámaras en la zona al momento del hecho. Recién fueron colocadas una semana después. La familia intentó rastrear registros privados, pero no consiguió evidencia alguna. "La causa está vacía. No sé si siquiera buscaron otras cámaras. Y el fiscal me dice que busque algo espiritual... como si eso pudiera reemplazar la verdad", cuenta Norma con impotencia.


“No pido un milagro, pido la verdad”

El fiscal a cargo del caso es Fernando Pallota. Norma asegura que solo lo vio dos veces. "Tengo la sensación de que ni siquiera leyó el expediente. Me dice que no busque justicia en una condena de dos o tres años, que piense en lo espiritual. Pero yo tenía una sola María Eugenia. No tengo consuelo ni respuestas. Necesito saber qué pasó. Si fue negligencia, que lo pague", reclama.


Sin abogado ni representación legal, la madre solicitó el expediente para poder conocer el avance de la causa, que parece estancada. "No quiero que se basen en suposiciones. Necesito pruebas, certezas. No sé si la mató la moto, el auto o ambos. ¿Por qué nadie investigó?", pregunta con desesperación.


“La mató el abandono, no solo el golpe”

Norma también cuestiona cómo fue tratada en el hospital y la insistencia del personal médico en desconectar a su hija. “Estaba viva, conectada. Yo necesitaba verla consciente, aunque fuera por última vez. Nadie me dejó. Me quitaron ese derecho”, recuerda.


Para ella, la justicia no solo falló en la investigación, sino en todos los aspectos que rodearon el caso: desde la tardanza en informar a la familia, la falta de medidas con los responsables, hasta la insensibilidad institucional. "Así está la justicia en La Pampa. Creés que la impunidad le pasa a otros, hasta que te pasa. Si hubiera habido un puente o una pasarela peatonal, mi hija estaría viva", concluye.


Un llamado a la acción

El caso de María Eugenia Affonso expone la desprotección de los peatones en zonas urbanas de alta circulación, la ausencia de infraestructura vial segura, y una justicia que muchas veces elige el silencio ante el dolor. Norma Caño, su madre, no baja los brazos. Sigue luchando para que la memoria de “Rusita” no sea archivada y olvidada entre expedientes sin leer.


“No pido un milagro. Pido justicia. Pido saber la verdad. Que nadie más tenga que pasar por esto”, dice con la voz quebrada pero decidida. Porque detrás del nombre de una víctima, hay una historia, hay una vida, y sobre todo, hay una madre que no está dispuesta a rendirse.

cew - publi.jpg
ACA - PUBLI 2025.jpg
el abuelo rene - abr 2023 - 400.jpg
AGARRATE CATALINA Lavadero - abr 2025.jpg
atuel es pampeano gif_edited.png
bottom of page