Condenado a cinco años de prisión por homicidio con exceso en legítima defensa
- La Pampa
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En un caso que conmocionó a la ciudad de Santa Rosa, un hombre de 61 años fue condenado a cinco años de prisión efectiva tras reconocer haber matado a otro con un cuchillo, excediéndose en su legítima defensa. El fallo fue homologado por la jueza de audiencia Alejandra Flavia Ongaro, luego de que el acusado, Alberto Omar Maldonado, firmara un juicio abreviado junto al fiscal Andrés Torino y el defensor oficial Marco Mezzasalma.

El hecho ocurrió entre la noche del 9 de febrero y la madrugada del 10, en el patio de la vivienda que compartían ambos protagonistas, ubicada en la calle Santa Cruz al 1700. Allí, Maldonado atacó a Oscar Alfredo Pérez, de 47 años, con un cuchillo, provocándole seis heridas punzantes en la zona del tronco, tanto anterior como posterior, que derivaron en su muerte.
La investigación reveló que durante todo el 9 de febrero, Maldonado y Pérez habían mantenido fuertes discusiones y peleas, incluso con el uso de armas blancas por ambas partes. De hecho, Maldonado también sufrió lesiones durante esos altercados. Según consta en el expediente, el acusado se defendió de una agresión ilegítima, pero terminó excediéndose en su reacción, lo que motivó el encuadre legal del homicidio simple atenuado por haber sido cometido con exceso en la legítima defensa.
En su declaración indagatoria, el propio Maldonado confesó lo ocurrido, relató que fue él quien llamó a la policía tras el hecho y entregó voluntariamente el arma homicida. Esa actitud, sumada a los elementos probatorios aportados por el Ministerio Público Fiscal, permitió avanzar en un acuerdo de juicio abreviado.
“La conducta de Maldonado frente a la agresión que venía sufriendo por parte de Pérez, reveló, en un primer momento, una reacción alcanzada por el tipo permisivo de la legítima defensa”, explicó la jueza Ongaro en su fallo. No obstante, también señaló que “esa primigenia y legítima reacción de Maldonado luego mutó en un exceso, tanto extensivo como intensivo”, al continuar atacando a Pérez cuando ya había cesado el peligro inmediato.
La jueza destacó que las pruebas aportadas, sumadas a la admisión de responsabilidad por parte del imputado, resultaron suficientes para acreditar la existencia del hecho y su autoría. Por ese motivo, dictó una pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso la detención inmediata del condenado, quien ya se encontraba bajo prisión preventiva desde el momento del homicidio.
El caso refleja las complejidades jurídicas que pueden rodear una situación de legítima defensa y marca un precedente sobre los límites que la ley establece incluso en contextos de violencia recíproca.