Este jueves, la situación laboral en el sector de la construcción en La Pampa se vio nuevamente afectada con el despido de 250 empleados, sumándose a los 120 despidos de la semana anterior. Los despidos se producen en el contexto de una deuda acumulada por parte del gobierno nacional, que asciende a $3.000 millones, lo que está llevando a las empresas constructoras al borde de la quiebra.
El presidente de la Cámara de la Construcción pampeana, Adrián Pérez Habiaga, confirmó la situación y expresó la gravedad del panorama. "Es imposible continuar operando bajo estas circunstancias. Jamás hemos vivido una situación de este tipo", afirmó Pérez Habiaga.
La deuda del gobierno nacional ha generado un efecto dominó en el sector, afectando principalmente a pequeñas y medianas empresas. Pérez Habiaga destacó que el 95% de las empresas en la Cámara de la Construcción son pymes, lo que indica el impacto directo en el empleo local.
Además, Pérez Habiaga advirtió que la situación podría empeorar en el corto plazo, con la posibilidad de que varias constructoras se vean obligadas a iniciar procesos de concursos de acreedores. La falta de diálogo con el gobierno nacional agrava la incertidumbre, ya que no hay un interlocutor válido para abordar la problemática.
La deuda afecta especialmente a las empresas que trabajan en proyectos del programa Procrear, algunas de las cuales no han recibido pagos desde noviembre del año pasado. Esta situación ha llevado a la pérdida de cientos de empleos y podría provocar el cierre de varias empresas en el próximo mes si no se encuentra una solución rápida y efectiva.
Ante la falta de respuesta por parte del gobierno nacional, el sector de la construcción en La Pampa enfrenta una situación crítica que pone en riesgo la estabilidad laboral y económica de miles de trabajadores y empresarios locales.
