Marta Alicia Garrone, de 70 años, ha sido condenada por la jueza de audiencia de juicio de General Pico, María José Gianinetto, como autora material y penalmente responsable del delito de homicidio culposo, en un caso relacionado con la mordedura fatal de un perro de raza Pitbull. La sentencia dicta una pena de tres años de prisión de ejecución condicional, junto con la inhabilitación especial por ocho años para la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
El juicio se llevó a cabo entre el 23 y el 27 de octubre, y la magistrada actuó en calidad de jueza de audiencia. La acusación estuvo a cargo del fiscal Juan Ignacio Pellegrino, mientras que la defensa fue llevada a cabo por el abogado particular Sergio Fresco.
El caso se remonta al 11 de marzo de 2022, cuando un perro de raza Pitbull, propiedad de Marta Alicia Garrone, atacó a Ilda Griotti, causándole graves heridas que resultaron en su muerte el 12 de marzo de 2022. El fiscal alegó que Garrone no tomó las medidas de seguridad necesarias para la tenencia responsable del perro, lo que llevó al ataque fatal.
En su sentencia, la jueza Gianinetto reconoció que la muerte de Ilda Griotti fue causada por las lesiones infligidas por el perro Pitbull y que Garrone era la propietaria del animal. Además, se destacó que la acusada no cumplió con las regulaciones establecidas por la Ordenanza 37/2021 de la localidad de Realicó relacionadas con la tenencia de animales peligrosos.
La magistrada consideró que la conducta de Garrone fue negligente y que no tomó las medidas necesarias para evitar que el perro se convirtiera en un peligro para terceros. Se observó que, dada la experiencia de Garrone como miembro de la Asociación Protectora de Animales de Realicó, ella tenía un conocimiento más profundo sobre la conducta de los perros, especialmente los de razas potencialmente peligrosas.
La sentencia impone una pena de tres años de prisión condicional, lo que significa que Garrone no será encarcelada de inmediato, pero debe cumplir ciertas condiciones y reglas de conducta. También se le prohibió la tenencia de animales peligrosos durante ocho años.
El caso destaca la importancia de la tenencia responsable de animales y las consecuencias legales de no tomar las medidas adecuadas para garantizar la seguridad pública cuando se trata de mascotas potencialmente peligrosas.
