A 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo
- César Gatica
- hace 5 horas
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Pocos argentinos dudan que el bombardeo a Plaza De Mayo, fue un crimen de Lesa Humanidad y Lesa Patria y un duro revés para la pacificación y unificación del Pueblo argentino.

El 16 de junio de 1955 resultó la jornada más sangrienta del siglo XX en la Argentina, y marcó el inicio de un espiral de violencia política que se extendió hasta los años '70.
En un marco de polarización, el peronismo se enfrentaba a un polo opositor integrado por la Iglesia Católica, la Sociedad Rural y sectores de las Fuerzas Armadas que principalmente se concentraba en la Marina de Guerra.
Un año antes, y con el propósito de obtener respaldo popular, Perón -en el Gobierno desde 1946- decidió convocar a elecciones para elegir un vicepresidente que reemplazara al fallecido Hortensio Quijano.
A pesar del marcado contexto de crisis económica que se vivía, el justicialismo triunfó con más del 63 por ciento de los votos, y para la oposición quedó en claro que Perón no podía ser derrotado mediante el voto popular.
Los asalariados conservaban el 53 por ciento de participación en el PBI y las organizaciones sindicales tenían una amplia participación en la vida económica nacional.
En medio de ese contexto, los empresarios pugnaban por un reordenamiento distributivo de la productividad en beneficio de las clases más acomodas del país.
Además, el enfrentamiento de Perón con la Iglesia parecía no tener retorno desde la sanción, en 1954, de la Ley de Divorcio, y la convocatoria, el 20 de mayo de 1955, de una Asamblea Constituyente que haría de Argentina un Estado laico.
Eran ofensas que los sectores de la oligarquía no perdonaron y constituyeron los motivos para intentar poner fin por la fuerza al Gobierno de Perón.
En abril de 1955, más de 200 mil personas se congregaron en Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana en el marco de la celebración del Corpus Christi, y ese hecho envalentonó a los golpistas.
Durante la concentración, un grupo que nunca pudo ser identificado desplegó una bandera argentina y la quemó frente a los ojos de los manifestantes.
En respuesta, el Poder Ejecutivo decidió llevar a cabo "un acto de desagravio al pabellón nacional" con una parada militar prevista para el 16 de junio.
Era la ocasión que se les presentó a los conspiradores para matar a Perón y derrocar a su gobierno.
Aquel jueves nublado y destemplado, la multitud contemplaba el desfile cuando a las 12.40, 40 aviones de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea dejaron caer bombas sobre la Plaza de Mayo.
Las aeronaves tenían pintada en sus fuselajes la inscripción "Cristo Vence" y en la primera de sus oleadas, las bombas que lanzaron impactaron en un trolebús lleno de pasajeros, quienes perecieron en medio de las llamas.
Perón se refugió en los sótanos del edificio Libertador y pudo así ponerse a salvo de los atacantes; sin embargo, las incursiones seguirían.
La CGT moviliza columnas de trabajadores a Plaza de Mayo con la intención de defender a Perón, y los golpistas emprenden tres oleadas más contra la Plaza de Mayo y la Casa Rosada.
El bombardeo culmina pasadas las 17, y gracias a la intervención de las tropas del Ejército, leales al gobierno, la intentona fracasa.

Los aviadores huyen al Uruguay a bordo de las aeronaves que pertenecían al Estado argentino y allí son recibidos como asilados políticos por el presidente Luis Batlle.
En la noche, Perón habla por cadena nacional y con un discurso conciliador instruyó la formación de consejos de guerra para los oficiales sediciosos.
La furia de las masas se hacía sentir y la Catedral de Buenos Aires y diez iglesias más de la ciudad eran incendiadas.
Durante años, ese episodio fue equiparado por los sectores antiperonistas como algo peor que el ataque artero a la población civil e indefensa.
Dos meses después, los principales cabecillas de la rebelión fueron condenados, pero el peronismo no logró sofocar el clima insurreccional al interior de las Fuerzas Armadas y Perón sería derrocado el 16 de septiembre de 1955.
La autodenominada "Revolución Libertadora" asumiría el control del país e instauraría una política represiva contra el peronismo, que sería proscripto, y contra las clases humildes.
"La hormiga negra"
Isaac Francisco del Ángel Rojas (Buenos Aires, 3 de diciembre de 1906 -12 de abril de 1993) fue un militar naval argentino, que se desempeñó como vicepresidente de facto. Desde 1955 a 1958. Ferviente antiperonista, encabezó junto a Eduardo Lonardi el golpe de estado autodenominado "Revolución Libertadora" contra el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón en septiembre de 1955.

Durante su mandato, disolvió la Constitución de 1949 y fue un acérrimo proscriptor del peronismo, llegando incluso a prohibir el uso de las palabras "Perón", "peronismo", "justicialismo", etc. Según investigaciones judiciales posteriores fue artífice de los asesinatos en los basurales de José León Suárez. Entre ellos está la declaración de 1958 sobre la participación de Rojas en los asesinatos de junio de 1956, y en el asesinato de Manuel Chávez, secretario de la CGT Regional Azul, quien fue asesinado en su casa el 22 de septiembre de 1955 por miembros de la Armada.
"Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista..."
En 1989, al asumir la presidencia el recientemente muerto y Ex-Presidente Peronista Carlos Saúl Menem, acudió a visitar al Almirante Rojas en su domicilio, un departamento ubicado en calle Austria entre Santa Fe y Arenales, que Rojas ocupó durante toda su vida. Debido a su avanzada edad y precaria salud ya no salía de su casa, Menem en una inusual actitud lo visitó -según dijo-: "para dar un ejemplo de concordia y para poner de manifiesto su deseo de terminar con la antinomia peronismo-antiperonismo, que dividió a los argentinos durante cuarenta años".

En otra ocasión, ya por el año 1.992,mas precisamente durante un acto en Homenaje al Paso a la Inmortalidad del General Don José Francisco de San Martín, Padre de la Patria, el presidente peronista Carlos Saúl Menem decidió saludarlo, muy afectivamente, dejando de lado la memoria de las mas de 350 víctimas que causó el bombardeo.
Apodado "La Hormiga Negra" debido a su muy delgado físico y las enormes gafas que usaba, pidió que al fallecer(12 de Abril de 1.993) sus cenizas fueran esparcidas sobre el Mar Argentino en el lugar donde durante la Guerra de Malvinas fue hundido el crucero A.R.A General Belgrano. Durante el velatorio estuvo presente, el por entonces presidente justicialista Dr. Carlos Saúl Menem quien no se movió por varios minutos del cajón con los restos del represor y asesino y hasta besó el cadáver y luego siguió la ceremonia. Según Menem, su pensamiento era: "la reconciliación nacional".
"LOS GLOSTER METOER"
_ Éstas aeronaves(fotos) de origen británico entraron en servicio en la Fuerza Aérea Argentina en el año 1.947, como parte de pago por la deuda que ese país contrajo con Argentina tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial.

Las aeronaves tuvieron asentadas en las bases Aéreas de la ciudad de Morón y la Ciudad de Tandil. Durante el bombardeo de Plaza de Mayo, 4 de éstos aviones bombardearon Buenos Aires, mientras que 28 GLOSTER METEOR participaron como caza-interceptores derribando a los rebeldes que caían al Río de La Plata o lograban eyectarse, algunos pocos escaparon y consiguieron asilo político en Uruguay. Dejando a la Plaza de su propio país bañada de sangre y por sus propias armas. Así fue el Bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina y la Aviación Naval. Aunque muchos y muchas argentinos y argentinas tengamos como fecha presente para la Fuerza Aérea Argentina el 1° de Mayo de 1.982 y el 4 de Mayo de 1.982 para la Aviación Naval.
Hoy, los viejos y legendarios GLOSTER METEOR descansan en algunos muesos del país (foto), como por ejemplo: el Museo del Fuerte en la ciudad bonaerense de Tandil o en el Museo de Aviación de la ciudad de Morón. Pero otros en cambio, descansan en parques y rotondas de diferentes ciudades, como por ejemplo el que tenemos en Santa Rosa, un avión Gloster Meteor con historia, pero descuidado y abandonado (foto).
HOMENAJE A UN PAMPEANO
Durante el Golpe contra Perón, uno de los Granaderos que integraba la Guardia Presidencial fue el pampeano Orlando Mocca, quien ése día, con tan sólo 21 años, dió su vida en cumplimento del deber y defendiendo la Patria. Hoy, una calle en el barrio de "Villa Alonso" lleva su nombre.