UNO DE LOS INCENDIOS CORTO LA RUTA 35
Los incendios en la provincia de La Pampa no dan tregua a los brigadistas de Defensa Civil, el personal del Sistema Nacional de Manejo del Fuego y a los bomberos voluntarios de las localidades cercanas. Incluso los turistas y vecinos de la provincia que surcan la ruta nacional 35 hacia el sur de Santa Rosa se vieron afectados por un corte en esa vía, producto de la densa humareda que cruzaba de lado a lado en cercanías de la localidad de Perú.
Ayer por la tarde, el director de Defensa Civil, Luis Clara, informó que sobre las rutas 11 y 10 había un foco activo; otro en Carro Quemado donde estaba trabajando personal de DC; otros en Hucal, Perú, rutas 154 y 35 y Abramo. “Son los mismos, solo que es grande y se ha dividido el incendio, con dos o tres focos”, explicó.
Optimismo.
Un parte de prensa oficial informó que los sobrevuelos que estaba realizando DC sobre las zonas afectadas indicaban que la situación no era muy complicada. “Con toda la gente que tenemos trabajando y la maquinaria de Vialidad Provincial, se calcula que entre hoy y mañana (por ayer y hoy) se podrán controlar”, dijo Clara.
El gobierno provincial informó que debido a la lluvia se habían apagado algunos focos, pero surgieron dos más y en las últimas horas apareció un incendio en Telén, donde se iban a enviar dotaciones de bomberos.
Ruta cortada.
En cuanto al corte de la circulación en la Ruta 35, Clara informó que se había dispuesto la medida dado el denso humo que había invadido esa vía de circulación. “Es una medida de precaución para la gente que circula por el lugar. En función de la dinámica del fuego, la situación cambia debido a las condiciones climáticas y comportamiento de los focos”, sostuvo.
Fuegos rápidos.
Por otro lado, el Director del Sistema Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), Guillermo Barisone, explicó que el incendio situado en las rutas 154 y 35 comprometía una extensión de 17.000 hectáreas. El funcionario celebró que se había logrado controlar los fuegos en Rucanelo, Chocorí y Yaveran, los cuales estaban en guardia de cenizas.
“Las condiciones son extremas y desfavorables. No son aconsejables medios aéreos ya que los vientos no dan ventanas de ocasión. Se trabaja con corta fuegos. Desde el SNMF tenemos gente especialista en manejo del fuego que se han capacitado para este tipo de ocurrencias”, dijo.
Prevención.
El funcinario hizo hincapié en la necesidad de prevención por parte de los gobiernos provinciales: “Estos fuegos extremos se combaten en prevención. Una picada limpia permite trabajar en el control del fuego. Si bien hemos visto como los fuegos saltan 100 ó150 metros, es necesaria una picada limpia”.
“En este panorama, es una muy buena noticia no lamentar la pérdida de ningún brigadista. Lo que se necesita es poco personal pero idóneo y capaz. Sólo así se puede garantizar eficacia en el manejo del fuego y salvaguardar la vida de los brigadistas”, concluyó.
“Solo pedimos que llueva”
El fuerte viento reinante en las últimas horas hizo incontrolable el fuego que se propagó a ambos lados de la ruta nacional 35, cerca de la localidad de Abramo, donde se luchaba a destajo contra las llamas.
Bomberos Voluntarios de Bernasconi, General San Martín y Jacinto Arauz, efectivos policiales, integrantes de defensa civil, trataban al entrar la tarde de controlarlo pero el fuerte viento complicaba todo intento.
En recorrida por el lugar, esta corresponsalía pudo observar la magnitud del fuego que abarcaba una ancha franja hacia el norte de la 35 y otra mayor hacia al sur, que amenazaba llegar a las inmediaciones de la localidad.
Los esfuerzo del personal afectado a combatir las llamas lograron salvar una vivienda, también el lugar histórico de la estación Hucal.
En la ruta 35 personal policial y de bomberos cortaban la ruta y la habilitaban acorde al peligro reinante del momento. Vecinos de Abramo se encontraban atentos ante la posibilidad que el fuego llegue a la zona urbana, por lo que intentarían frenarlo en los caminos vecinales aledaños, colaborando con bomberos y brigadistas.
Desolación, caras con visibles gestos de agotamiento pero firmes en su objetivo, era la postal del momento. “Que llueva, solo pedimos que llueva”, era el ruego de algunos productores y bomberos agobiados por la situación.
