Winifredense cuenta cómo vive Italia con coronavirus

Winifreda
18 mar 2020
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« EN EL FOCO DE LA PANDEMIA »

«Los hospitales no dan abasto con tantas personas internadas. Los profesionales llegaron a un momento crítico donde tienen que elegir a qué paciente le salvan la vida». El testimonio pertenece al winifredense Alexis Clara, radicado hace más de un lustro en la ciudad de Bolonia, ubicada al norte de Italia.

En diálogo con LA ARENA, el pampeano habló sobre la experiencia que vive a raíz de la propagación de la #pandemia del #coronavirus en uno de los países europeos donde todos los días crece la cantidad de muertos y contagiados. El argentino como el resto de sus compatriotas radicados en el viejo continente y los italianos acata las estrictas medidas de aislamiento decretadas por el gobierno nacional para toda la población ante el avance del virus mundial, que recién es conocido por los científicos.

«La situación es bastante crítica. Toda Italia ha sido declarada Zona Roja, en principio esa medida sanitaria abarcaba solo a Lombardía -donde se desató el foco de coronavirus- y otras 11 regiones del norte, pero ahora se extendió a todo el país. Debemos permanecer en nuestras casas, el consejo es moverse lo menos posible», comentó. «Al principio no éramos muy conscientes de lo que estaba sucediendo, pero ahora el índice de mortalidad es bastante alto dado que la población italiana es muy anciana», agregó.

Alexis trabaja en un bar que tendrá sus puertas cerradas hasta el 3 de abril. El resto de los comercios permanecen abiertos hasta las 6 de la tarde. «Se suspendieron todas las series de fútbol, los gimnasios están cerrados incluso escuelas, jardines de infantes y universidades no tienen clases desde antes que se decretaran las zonas rojas porque todo se estaba yendo de las manos», amplió.

Controles estrictos.

«En las farmacias, supermercados y demás comercios hay personal de seguridad que controla que se haga la cola con dos a tres metros de distancia entre las personas. Protección Civil, el Ejército, los carabinieri, la Prefectura hasta la policía municipal controlan los movimientos de las personas en las calles y organizan los centros de salud. Tenemos prohibido hacer actividades sociales o andar en grupos numerosos. Te pueden hacer una denuncia penal si te ven caminando con tres o cuatro personas», abundó sobre la cotidianidad. Precisó que Bolonia tiene más de 500.000 habitantes. «Es una ciudad bastante viva, con muchos estudiantes, quienes están haciendo los últimos exámenes vía online», apuntó.

Alexis descree de las cifras oficiales de víctimas fatales y afectados, que cambian diariamente. «Tengo un amigo que trabaja de cocinero en uno de los hospitales más importantes de la zona y nos decía que dos pisos prácticamente están ocupados con pacientes que han contraído el virus. Además, el gobierno está llamando a enfermeras retiradas para que presten ayuda en los hospitales porque los profesionales de la salud no dan abasto porque siguen atendiendo otras enfermedades, los accidentes de tránsito continúan y esto hace que médicos y enfermeras no tengan horas de descanso. Llegaron a un momento crítico donde tienen que elegir a qué paciente salvarle la vida», señaló.

En cuanto al uso de #barbijos, contó que el gobierno «aconsejaba dejarlos para los trabajadores de la salud, pero ahora recomienda que los usemos cuando vamos a lugares públicos como supermercados. Todos estamos más preocupados y atentos siguiendo las recomendaciones oficiales como lavarse las manos y estar al sol porque el virus muere a una determinada temperatura».

Buena salud.

El invierno europeo «ayudó» a que se propagara «tan rápido, sobre todo en el norte de Italia que es mucho más frío». Asimismo indicó que los supermercados «están abastecidos» aunque «en algunos faltan desinfectantes». El transporte público «está funcionando con normalidad. Ves colectivos vacíos al igual que los trenes. Mi hermano se tomó un tren desde #Roma a #Bolonia y lo dejaron subir con muchos controles».

«Por mi parte estoy no morbosamente emocionado, pero sí consciente que estoy viviendo un momento histórico», consideró. El joven goza de buena salud. No obstante, hasta el 3 de abril estará aislado en su casa o saldrá lo menos posible.

«Son bastantes días sin trabajar. Mi contrato laboral me cubre el mínimo del recibo de sueldo. Y el gobierno brinda servicios como Internet, llamadas ilimitadas gratis, para que podamos pasar el tiempo o comunicarnos con la familia», indicó. Está al tanto de las últimas medidas adoptadas en Argentina para controlar la pandemia. «Tómenla en serio, este virus es muy contagioso, no lo subestimen», fue su mensaje.

«Decisiones ambiguas»

Alexis Clara tenía 27 años cuando decidió radicarse en Bolonia. Su padre es Luis Clara, director de Defensa Civil de La Pampa. Consiguió la ciudadanía italiana por descendencia de su bisabuelo.

Reveló las razones que lo impulsaron a dejar #Winifreda para radicarte en #Italia. El amor fue una de ellas. «Me había enamorado de una chica alemana que estudiaba acá, ese fue el principal motivo. El otro fue iniciar la aventura de conocer otros países, culturas, idiomas, algo que me había propuesto hacer en mi vida y no me arrepiento. Se extraña un montón de cosas de Argentina, pero a veces uno tiene que tomar decisiones ambiguas que te dan felicidad y nostalgia», dijo.

Bolonia «es una ciudad muy linda y mágica», comparte su vida con amigos italianos de distintas regiones, de Polonia y numerosos argentinos de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Córdoba. «Cuando podemos, nos juntamos a tomar mates, jugar unos trucos, esas costumbres argentinas para pasar un poco más amena la extrañitis», se sinceró. La situación económica «es distinta», por eso se quedará más tiempo, aunque «extrañe muchísimo».

El cronista de este diario lo despidió con un dicho campero ante la calamidad actual: «A desensillar hasta que aclare», y a Alexis se le vinieron a la memoria «grandes frases del cantautor José Larralde». Envió saludos a toda su familia y amigos de Winifreda. «Cuando todo pase, espero que puedan venir a visitar esta ciudad maravillosa», anheló y agradeció a este diario por «acercarme a mi pueblo y a todos los pampeanos».