El Banco Nación ha decidido cerrar varias de sus sucursales en la provincia de La Pampa, incluyendo la de Winifreda, en respuesta a un aumento de la alícuota de Ingresos Brutos implementado por el gobierno provincial. Esta medida afectará directamente a nueve localidades: Bernasconi, Colonia Barón, Eduardo Castex, General Acha, Guatraché, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Victorica y Winifreda, dejando operativas solo cinco sucursales: Santa Rosa, General Pico, Realicó, Macachín y Quemú Quemú.
La decisión fue comunicada a los trabajadores pampeanos esta mañana, poco después de que el directorio del Banco Nación judicializara el incremento del impuesto, que pasó del 9,1% al 15,47% y estará vigente hasta el 31 de diciembre. Este aumento, destinado a financiar un fondo de alimentos para los sectores más vulnerables, ha sido calificado por el banco como "inconstitucional" y "confiscatorio", argumentando que pone en riesgo la rentabilidad de sus operaciones en la región. De hecho, la entidad advirtió que con esta carga impositiva podría entrar en "quiebra" debido al bajo nivel de negocios en las 14 sucursales de la provincia.
La Bancaria, el gremio que nuclea a los trabajadores del sector, se declaró en alerta y movilización, anunciando un paro general para este viernes 4 de octubre en todas las sucursales afectadas. Además, ha convocado a una manifestación en la ciudad de Santa Rosa, frente a la sucursal local del Banco Nación, a partir de las 9:30 horas.
El cierre de sucursales dejaría en una situación de incertidumbre a cerca de 80 de los 202 empleados que el banco tiene en la provincia, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de los trabajadores y de la sociedad en general. Desde el gobierno provincial, se señala que la medida del banco responde a motivos políticos y que podría ser parte de un plan más amplio de privatización.
Impacto local en Winifreda
El cierre de la sucursal de Winifreda, un servicio fundamental para la comunidad, representará una gran pérdida para los vecinos y comerciantes que dependen de su atención diaria. La posibilidad de que los clientes tengan que trasladarse a otras localidades como Santa Rosa o Macachín para realizar trámites bancarios representa un desafío logístico, sobre todo para los sectores más vulnerables y las pequeñas empresas locales que verán dificultada su operatoria diaria.
El futuro de los empleados afectados, junto con la incertidumbre sobre el servicio financiero en la localidad, ha generado gran preocupación entre los habitantes de Winifreda, quienes se sumarán a las movilizaciones convocadas por La Bancaria en defensa de sus derechos laborales y de la permanencia del banco en la región.
Esta situación abre un debate sobre el impacto del aumento de los impuestos a los bancos y sus consecuencias, así como la responsabilidad de las entidades financieras de mantener el servicio en zonas menos rentables, pero socialmente necesarias.