La construcción del segundo tramo del Acueducto del Río Colorado, que debía conectar las ciudades de Santa Rosa y General Pico con abastecimiento de agua potable pasando por localidades como Winifreda, se encuentra paralizada desde hace meses. Esta obra, que forma parte del Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento, se concibió para beneficiar a alrededor de 158.000 habitantes en el norte de La Pampa y ha visto cómo los trabajos se detienen debido a la falta de pagos por parte del gobierno nacional.
El vaciamiento de los obradores comenzó en las últimas horas con el retiro de maquinaria y herramientas por parte de la empresa Supercemento. Las imágenes de contenedores, tanques y retroexcavadoras siendo cargadas en camiones reflejan un retroceso significativo en un proyecto clave para la región. Desde febrero, cuando se frenó la obra por falta de financiamiento, alrededor de 25 operarios quedaron sin trabajo.
El gobernador Sergio Ziliotto ya había expresado su preocupación a principios de año por la situación de las obras nacionales en la provincia. En enero, la construcción avanzaba lentamente y la incertidumbre aumentó tras el anuncio de ajustes en obra pública por parte de la nueva administración nacional.
El proyecto, planeado desde 2005, tenía como objetivo construir un conducto principal entre Santa Rosa y General Pico, con ramificaciones hacia localidades como Winifreda, Eduardo Castex, Monte Nievas y Metileo, que actualmente dependen de agua subterránea. Además, se planificó la edificación de cisternas de reserva en varios puntos para asegurar un suministro adecuado hasta 2037. Sin embargo, la reciente suspensión pone en riesgo estas proyecciones y plantea un desafío crítico para el abastecimiento de agua en el norte pampeano.
La obra había sido adjudicada a una Unión Transitoria de Empresas conformada por Supercemento, Rovella Carranza, CPC, y C&E Construcciones, con un plazo de 750 días de ejecución, pero hoy, sus avances se ven frustrados.