En un caso que conmocionó a la localidad de Eduardo Castex, un hombre de 31 años fue condenado hoy a tres años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de estafa en dos ocasiones, bajo la modalidad conocida como el “cuento del tío”, llevándose un botín de más de 65.000 dólares.
La jueza de control de Santa Rosa, Marisol Emilia Rodríguez, dictó la sentencia contra Ricardo Fabián Rojas, tras homologar un acuerdo de juicio abreviado presentado por el fiscal general Guillermo Sancho, la defensora oficial María Silvina Blanco Gómez y el propio imputado. Las hijas de las víctimas, un hombre y una mujer de 82 años, también prestaron su conformidad con el fallo.
Rojas, domiciliado en el Gran Buenos Aires y desocupado, reconoció su autoría en ambos hechos, lo que permitió la resolución del caso. Actualmente, permanece detenido en la alcaidía de la Unidad Regional I, con la condición de reincidente.
El modus operandi: engaños telefónicos y complicidad de taxis
El primer hecho ocurrió el 1 de julio pasado, cuando Rojas contactó telefónicamente a una mujer de Eduardo Castex, haciéndose pasar por su nieto. Con el pretexto de que su madre tenía problemas en el banco, la convenció de entregar 4.500 dólares y luego, en una segunda visita, 1.500.000 pesos. Rojas llegó al domicilio de la víctima en un taxi proveniente de General Pico.
Dos semanas después, el 16 de julio, utilizó una estrategia similar. Esta vez, llamó a un hombre de 82 años, fingiendo ser su nieto, y se presentó como gerente bancario. La víctima, creyendo en el engaño, lo llevó hasta un campo donde guardaba sus ahorros. Allí, Rojas desenterró con una pala un frasco que contenía 60.000 dólares y luego regresó con el anciano a Eduardo Castex en un taxi santarroseño, antes de huir.
Pruebas contundentes
La investigación penal se apoyó en una sólida recolección de pruebas:
Declaraciones de las víctimas, familiares, policías, taxistas y remiseros.
Informes de compañías telefónicas y análisis de las líneas utilizadas por Rojas.
Filmaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas.
Reconocimientos fotográficos y diversos registros documentados.
La jueza Rodríguez destacó en su fallo que el imputado utilizó líneas telefónicas ajenas para dificultar su identificación, una táctica común en este tipo de delitos. Las cámaras de vigilancia, junto con la actuación policial, fueron clave para reconstruir los movimientos del acusado y vincularlo directamente con los hechos.
Un fallo ejemplar contra el abuso a adultos mayores
En su resolución, la jueza Rodríguez subrayó que Rojas, mediante engaños bien planeados y apelando a la confianza familiar, logró inducir a error a las víctimas, quienes terminaron entregando sus ahorros. Este tipo de delitos suele aprovecharse de la vulnerabilidad de los adultos mayores, lo que agrava la situación.
El caso también refleja la importancia de la rápida intervención policial y el seguimiento exhaustivo de las pruebas, que permitieron la detención de Rojas en la ciudad de Nogoyá, Entre Ríos, apenas dos semanas después del segundo hecho.
Un llamado a la prevención
Este episodio pone en evidencia la necesidad de concientizar a la población, especialmente a los adultos mayores, sobre las tácticas delictivas utilizadas en estafas como el “cuento del tío”. Las autoridades recomiendan desconfiar de llamados inesperados que soliciten dinero y verificar cualquier situación directamente con familiares o entidades bancarias.
La condena de Ricardo Fabián Rojas es un paso importante en la lucha contra este tipo de delitos y un recordatorio de la responsabilidad de la comunidad para proteger a los sectores más vulnerables. La justicia actuó, pero el desafío sigue siendo prevenir futuros casos.