La política pampeana se revolucionó unos días por la idea futura de ampliar el frente provincial encabezado por el peronismo con la posible incorporación de dirigentes radicales que hoy no quieren saber nada con Javier Milei. Todos temas que tienen proyección hacia 2025 y 2027 y que revolucionan a la política local.
El debate se disparó hacia adentro del peronismo y de la oposición. Pueden parecer temas que no son urgentes frente a la situación económica actual, pero son discusiones que se deba dar la política para reordenarse y reconfigurarse ante el estado de desorientación actual.
Las elecciones nacionales de 2023 terminaron de mostrar un proceso de fractura al interior de todos los partidos y alianzas. La llegada de Milei activó la bomba al imponer una nueva grieta. Todos los partidos quedaron estallados: disputas entre sectores internos (Macri-Bullrich, Kicillof-Máximo Kirchner, la atomización radical), nuevos alineamientos (unos más cerca, otros menos de Milei) y falta de liderazgos fuertes.
En La Pampa, la política está más ordenadita, hay otra escala, aunque lo nacional tiene su peso. En lo provincial se superponen dos campos: al peronismo-antiperonismo que divide el escenario local, se le suma la grieta nacional, la nueva, de estar con Milei o contra Milei. Hacia adentro, las fracturas también están con sus debates larvados o exteriorizados. Pero están.
Tironeados por dos frentes
La propuesta de Ziliotto de ampliar el frente peronista, de hacerlo más transversal, fue un bombazo hacia el radicalismo. Y para colmo, tuvo el visto bueno del intendente Hugo Kenny. De ahí en más, los radicales se alteraron.
Algunos no ven mala la idea, aunque apresurada. Son los intendentes a los que también los votan los peronistas o que tienen funcionarios peronistas. Son más pragmáticos, y anti-Milei. También se suma que no quieren terminar pegados a sectores como Comunidad Organizada.
El grueso de la UCR por supuesto está en contra: apuestan todo a que a Milei le salga bien el ajuste liberal y eso empuje sus posibilidades electorales. En la provincia el partido siempre estuvo en el campo antiperonista. El Pro por supuesto también salió a desechar esa posibilidad, aunque nadie lo mencionara. Casi un operativo contención pensando en 2025.
La UCR está así tironeada por la grieta Milei-anti Milei. La mayoría está pensando en una alianza opositora en 2027 con el Pro libertario, los libertarios de LLA y el tren fantasma de CO. Todos a la derecha. Entusiasmados con Milei, que por ahora tiene no solo la centralidad política sino un aceptable apoyo en las encuestas a pesar de la crueldad de su política económica, hacen cuentas para la gobernación.
Hasta algunos optimistas en charlas políticas de sobremesa parecen repartirse ya los ministerios. Demasiado optimismo para todo lo que puede venir.
El Pro en su propia fractura
Igualmente no todos tienen todo claro. El Pro también se debate en su propia fractura, entre quienes están con Macri y sostener al partido como aliado a Milei, y los que están con Bullrich y la vía incorporarse a LLA antes de que se los engullan. El doble juego nacional desorienta en lo local.
En el peronismo, por supuesto, también hubo discusión sobre el nuevo frente al que podrían sumar radicales, y el diputado vernista Hernán Pérez Araujo dijo que no estaría cómodo con los radicales. Un mensaje que pareció más dirigido a diferenciarse del gobernador que estrategia política.
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