En Winifreda, mi pueblo, vivieron anarquistas. Entre ellos estaban Fortunato Fernández venido de Alpachiri, fue cobijado por el responsable de la Casa Zamarbide. Posiblemente ese abrazo se lo dio otro anarquista, Don Vasco Inchaurraga.
Fernando “Catuto” Ojeda.
Si viviese Catalán Cases, otro anarquista, confirmaría el dato. En Winifreda vivieron anarquistas, ¡viva la livertá!
Las razones de este micro-relato se remontan al año 2016, fue presentado en un concurso de micro-relatos organizado por la Editorial Cooperativa 7 Sellos, el micro-relato fue seleccionado dentro de los ganadores e integró la agenda del año 2018, fue escrito y presentado por mí en representación de la que por entonces llevaba por nombre Biblioteca Popular Sarmiento de Winifreda, hoy llamada Biblioteca Popular Manuel Lej.
Quien ahora escribe había regresado de vivir 4 meses en San Marcos Sierras (norte de la provincia de Córdoba), era invierno. Nos reuníamos en el estudio de mi amigo Hugo Villalva, (Maestro Mayor de Obras). “Huguito”, como lo nombramos muchas veces los amigos, solía dibujar planos durante las horas nocturnas, por entonces en el día visitaba las obras de los albañiles que él asesoraba, muchas de esas construcciones previamente eran dibujadas en planos por Hugo, pues de ese era su trabajo por entonces. Durante esas jornadas de trabajo nocturno de Hugo este que ahora cuenta lo visitaba. En esas visitas se armaba el mate y surgían charlas. Tal es así que una noche surge el tema del anarquismo y de los anarquistas en La Pampa y en nuestro pueblo, Winifreda.
En Winifreda hubo anarquistas, es la afirmación que me quedó una noche luego de una charla con Hugo. Las noches de ese invierno siguieron las charlas en torno a este tema. Cierta vez Hugo me comenta que el que podía darme mayores datos era “Basko” Inchaurraga, si Armando Raúl Inchaurraga “El Basko”, nuestro escritor y poeta winifredense, afincado en la ciudad de Santa Rosa desde hace años. Para entonces en nuestras charlas también había surgido el nombre de Fortunato Fernández en torno a este ideario político conocido como Anarquismo. Por lo que pensé que no sólo tendría que hablar con Basko Inchaurraga, sino también con alguien de la familia de Fortunato Fernández. Las charlas nocturnas siguieron. Una noche Hugo me comenta que otro winifredense con ideas anarquistas había sido Catalán Cases, abuelo del Lona. Ya tenía ahora tres nombres para poder comenzar una búsqueda en torno a los anarquistas en Winifreda. Y un libro importante que nos habla de este movimiento en La Pampa, ese libro se llama “Pampa Libre” y su autor es Jorge Etchenique.
El invierno se iba y a asomaba la primavera, una mañana llamo a la casa de Basko Inchaurraga. Le comento quien soy, me presento como el hijo de la bibliotecaria del pueblo, es decir el hijo de Alicia Alzamendi de Ojeda. Basko se pone contento por el llamado, sin saber las razones. Le cuento y sigue con su gesto alegre y me invita a ir a su casa cuando quiera. Así es como una tarde llego a su casa y charlamos largo rato, quizás estuvimos más de dos horas charlando sobre el tema. Le dije que necesitaba volver a verlo en una nueva charla pero que la próxima iba a necesitar grabarlo. No hubo problemas. Para la próxima reunión acordamos con Paula, su hija mayor, que ella grabaría la charla. Así fue.
Armando Inchaurraga (padre) había sido anarquista. Llegó al pueblo como responsable de “Casa Zamarbide”, antes de llegar al pueblo Don Armando Inchaurraga había trabajado en el Hotel Pico con tan solo 12 años. Cierta vez el dueño de “Casa Zamarbide” lo lleva a trabajar a Eduardo Castex. Allí el joven Inchaurraga trabaja durante todo el día y por las noches le tocaba dormir en la misma “Casa Zamarbide” junto a sus compañeros, la mayoría de ese tiempo lo solían hacer sobre el mostrador del local. Eran otros tiempos donde parece que los derechos laborales no eran muy respetados que digamos. El joven Inchaurraga por las noches solían ir junto con sus compañeros a tomar clases con un maestro puntano, como la mayoría de los maestros que había en aquel entonces en La Pampa. La particularidad de estas clases es que se tomaban en una escuelita que llevaba por nombre “Claridad”. Quien aquí escribe se preguntó por qué ese nombre y le preguntó a “Basko” por qué ese nombre. “Basko” me miró sonriente y me dijo “Y nene “Claridad” era el sello editorial de los anarquistas en esos años”. Quien escribe entonces sonriente le dice a Basko “entonces tu papá fue anarquista”, a lo que “Basko” responde todavía sonriente y con una leve, picaresca risa “y a vos ¿¡qué te parece?!”. Estaba confirmado, Armando “Vasco” Inchaurraga (padre) fue uno de los anarquistas que hubo en nuestro pueblo Winifreda.
De nuevo en el pueblo, una noche con “Huguito” hicimos cuenta de cuando había llegado Don “Vasco” Inchaurraga (padre) a Winifreda y por nuestras cuentas nos daba que el que recibió a Fortunato Fernández en el pueblo había sido Don “Vasco” Inchaurraga (padre). Fortunato Fernández venía escapando de la policía de Alpachiri. Pues los anarquistas fueron perseguidos políticos en aquellos años y más si ese anarquista estaba en alguna organización en defensa de los derechos de los trabajadores, de los jornaleros. La investigación sigue, los anarquistas también.
El anarquismo es una idea política donde busca la justicia social, el vivir dignamente, donde todos puedan gozar de los derechos que nos corresponde por el solo hecho de estar vivos. Considera como valor supremo la igualdad entre los humanos y el mundo en el que estamos. Armonía y libertad, paz y justicia son ideas base del ideario anarquista.
Debe decir este que escribe que luego de haber charlado largo tiempo con “Basko” Inchaurraga (hijo) acudió a una charla con Adriana Fernández que gentilmente me cedió un borrador escrito por ella sobre la historia de “Casa Fernández”. Allí se da cuenta de las ideas socialistas o del socialismo en libertad de Fortunato. Tiempo después le pregunté a nuestro querido “Lona” Cases sobre su abuelo Catalán Cases y “Lona” confirmó el dato de que su abuelo fue uno de los anarquistas en el pueblo. No deberíamos sorprendernos entonces. En otra entrevista realizada, por quien escribe, a “Maniusa” Naunchuk nos refirió la visita de anarquistas ante la problemática de la tierra cuando estaba en peligro la tenencia en manos de los pequeños productores de nuestro pueblo. La historia hay que buscarla en los libros “no oficiales” y en los archivos oficiales y en la memoria de nuestros pobladores.
Winifreda es un pueblo como muchos con historia política, tan política como que hoy nos falta el ferrocarril.
La memoria se ejerce a través de nuestro ejercicio oral y escrito.
La verdad histórica nos hará libre.
¡Feliz cumpleaños pueblo querido de Winifreda!
