Preocupación federal: los gobernadores se unen ante la crítica situación financiera de las provincias

En un gesto inédito de unidad, gobernadores de todas las provincias argentinas —sin distinción de banderas políticas— coincidieron en expresar su profunda preocupación por el estado actual de las finanzas provinciales. La alarmante caída de los recursos económicos, junto al aumento de las responsabilidades que deben asumir los gobiernos locales, motivó un llamado urgente a la acción conjunta.

El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, fue uno de los principales impulsores de este pronunciamiento colectivo. Señaló que, frente a un contexto adverso marcado por el retiro progresivo del acompañamiento financiero del Gobierno nacional, las provincias se han visto obligadas a absorber competencias sin recibir los recursos necesarios para sostenerlas.

“Hoy, el sostenimiento de la salud, la educación, la seguridad, la justicia, la contención social y la obra pública es responsabilidad de las provincias”, subrayó Ziliotto.

Ante este panorama, los mandatarios provinciales decidieron avanzar en conjunto y consensuar estrategias que permitan recuperar fondos que —afirman— les corresponden legítimamente. “La unidad de las provincias debe transformarse en una estrategia federal para proteger los derechos de nuestra gente”, enfatizó el gobernador pampeano.

Una crisis estructural

Desde el inicio de la actual gestión nacional, se ha producido lo que los gobernadores califican como una “transferencia silenciosa pero sistemática” de responsabilidades hacia las provincias. Sin embargo, esta descentralización de obligaciones no vino acompañada de los recursos económicos correspondientes.

Esta asimetría ha comenzado a reflejarse en áreas clave del entramado social: hospitales con menos insumos, escuelas con infraestructura deteriorada, demoras en obras públicas fundamentales, y una preocupante caída del empleo registrado vinculado al freno de la construcción.

Próximos pasos

Los gobernadores acordaron volver a reunirse en el corto plazo para delinear una agenda federal que les permita actuar de manera coordinada. El objetivo es claro: defender los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de cada provincia y exigir una redistribución equitativa de los recursos nacionales.

En momentos de crisis, la unidad parece ser la única herramienta capaz de sostener el federalismo real. Con esta determinación, los gobiernos provinciales dan un paso firme para enfrentar una coyuntura que, aseguran, pone en riesgo los pilares esenciales del desarrollo social y económico del país.