El anuncio de la posible venta de tierras de la Estación Experimental INTA Anguil, un ícono de la investigación agropecuaria en La Pampa, ha encendido alarmas en la comunidad científica y sindical. Según Roberto Maldonado, secretario general del gremio Apinta, la medida propuesta por el Gobierno de Javier Milei responde a intereses inmobiliarios que podrían afectar gravemente el desarrollo productivo y científico de la región.
La iniciativa, divulgada a través de un documento interno, prevé declarar como "disponibles" para arrendamiento o venta 3285 de las 3752 hectáreas que posee la Estación, ubicada estratégicamente sobre la Ruta 5. Esto dejaría a los investigadores solo 467 hectáreas, las cuales, según Maldonado, corresponden a las áreas de menor calidad de suelo.
"Esto está ideado por gente que viene a hacer negocios inmobiliarios. No beneficia a la sociedad argentina, sino a unos pocos", enfatizó Maldonado en declaraciones a Diario Textual.
Un impacto a nivel nacional
La medida no solo afectaría a la Estación Experimental de Anguil, sino también a otras 27 mil hectáreas productivas distribuidas en 22 campos del INTA en distintos puntos del país. Según el dirigente gremial, la venta pondría en riesgo el empleo de 1043 trabajadores, incluidos 15 en la estación de Anguil.
"El clima laboral es hostil y de mucha incertidumbre. Hay compañeros que creen que esto es viable, pero no se dan cuenta del daño que generaría a la sociedad", lamentó.
La Estación Experimental, un pilar del desarrollo regional
La Estación Experimental de Anguil ha sido durante décadas un centro clave para la investigación y el desarrollo de prácticas agrícolas y ganaderas en la región pampeana. Su desguace no solo comprometería la continuidad de estos proyectos, sino que también limitaría el acceso a conocimientos que fortalecen al sector productivo nacional.
Rechazo de la sociedad
Desde distintos sectores, se exige repensar esta medida que, según Maldonado, responde más a "favores políticos" que a una estrategia de desarrollo sustentable. La sociedad pampeana, en particular, observa con preocupación cómo una decisión de esta magnitud podría impactar directamente en la economía y la identidad productiva de la región.
Mientras tanto, trabajadores, científicos y referentes sociales se preparan para defender uno de los bastiones más importantes del conocimiento y la producción agropecuaria en Argentina.