Nuevo aumento en las tarifas de gas: suben entre 2,6% y 2,8% en todo el país

A partir de este mes, los usuarios de gas natural en todo el territorio argentino deberán afrontar un nuevo incremento en sus facturas, con subas que oscilarán entre el 2,6% y el 2,8%. El ajuste fue oficializado este viernes a través de cerca de 20 resoluciones publicadas por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en el Boletín Oficial.

El aumento responde a los nuevos esquemas tarifarios para los servicios de transporte y distribución de gas natural, los cuales se actualizan conforme a los resultados de las revisiones tarifarias quinquenales establecidas por el organismo regulador. Además, se suma la reciente actualización del precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que ya había sido revisado previamente.

Si bien las subas están por debajo de lo que algunos especialistas consideran adecuado, se ubican por encima de la inflación proyectada para junio, lo que refleja el esfuerzo del gobierno nacional por evitar un mayor desfasaje entre las tarifas y los costos reales del servicio.

El contexto del ajuste es complejo: el Ejecutivo se enfrenta al desafío de reducir los subsidios sin continuar profundizando el impacto en los bolsillos de los consumidores, en un año atravesado por tensiones económicas y consideraciones políticas. La decisión de aplicar incrementos moderados, que aún así superan la inflación, intenta encontrar un equilibrio entre el sinceramiento tarifario y la sensibilidad social.

Un dato no menor es que, en paralelo, el gobierno optó por no aplicar la totalidad del incremento previsto para la energía eléctrica, lo que derivó en una situación insólita: este invierno, incluso los usuarios de alto poder adquisitivo —como los residentes de barrios privados o zonas exclusivas como Puerto Madero— volverán a estar subsidiados.

Con esta nueva suba, el esquema tarifario del gas continúa su proceso de actualización, aunque en un marco de tensiones donde confluyen la necesidad de reducir el déficit fiscal, la presión inflacionaria y el impacto social de los aumentos. Los próximos meses serán clave para observar cómo se equilibra esta ecuación entre costos reales, subsidios estatales y capacidad de pago de los usuarios.