Una empresa en Quemú Quemú fue el blanco de una sofisticada ciberestafa que ha dejado a los investigadores perplejos debido a su novedoso modus operandi en el mundo delictivo.
El fiscal a cargo de la investigación, Armando Agüero, detalló el acontecimiento, explicando que los hechos ocurrieron la semana pasada a través de una modalidad de ciberestafa poco usual.
Según relató el funcionario judicial, los estafadores lograron obtener información personal de un empleado de la firma a través de diversas publicaciones en las que se incluían datos como nombre, apellido, DNI, CUIL y número de teléfono de la víctima. Utilizando esta información, los delincuentes se dirigieron a una empresa de servicios y reportaron la pérdida del chip de la línea telefónica. Luego, obtuvieron un nuevo chip con el mismo número y lo insertaron en su teléfono, ganando acceso a aplicaciones como WhatsApp y aquellas que requieren verificación de seguridad.
"Los estafadores conocían la dirección de correo electrónico de la víctima, accedieron a su cuenta, solicitaron restablecer la contraseña, y al recibir un código por mensaje de texto en el número controlado por el delincuente, lograron cambiar la contraseña y acceder a contactos y gestión de contraseñas", precisó Agüero.
Aprovechando este acceso, pudieron ingresar a las cuentas bancarias de la empresa, obteniendo un crédito de 50 millones de pesos en el Banco Galicia, que más tarde fue transferido a múltiples cuentas durante la noche.
La víctima, al percatarse de la situación, se encontraba sin celular y acudió a la prestadora de servicios. Al día siguiente, al recibir mensajes bancarios en un nuevo chip, se dirigió a la Fiscalía piquense.
"Los delincuentes permanecen prófugos mientras los abogados trabajan en una investigación para identificarlos", afirmó Agüero.
Esta ciberestafa revela una nueva modalidad delictiva que desafía las medidas de seguridad, y la investigación continúa en busca de los responsables.
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