“Buby” Salvetti fue durante años bibliotecaria de nuestra biblioteca popular, fue peluquera, participó en la subcomisión de fiestas del Club Social y Deportivo Winifreda, Buby es parte de la historia de nuestro pueblo.
Cronista: Fernando “Catuto” Ojeda
Buby fue una de las primeras bibliotecarias de la Biblioteca Popular Sarmiento, hoy llamada Manuel Lej.
Buby fue una de las primeras peluqueras de Winifreda.
Buby es hija de Luis Espinosa y Juana Verdejo, ambos de España, su padre de Zamora, era barbero y con tan solo 20 años llegó a Argentina; su madre era de Salamanca y tenía 12 años cuando se vino a Argentina. Luis y Juana se conocieron, se enamoraron, se casaron y tuvieron 4 hijas, Sara, Herminia, Luisa, y María Elena (Buby).
Clemente “Tito” Salvetti fue su marido y con el tuvieron dos hijos, Jorge y Sergio.
Buby, tiene 87 años, hoy goza de sus nietos y nietas, disfruta de leer las crónicas de la Web de Winifreda, de las noticias en general de nuestro pueblo. Buby siempre dispuesta a una charla. Por la tardecita sale a caminar.
¿Quién te puso Buby?
_Ah, mirá a mí me dijeron que había sido “La Chola” de Ballester, la mamá de El Cholera. Ella era prima hermana mía. Yo nací en Miguel Cané, mi mamá y mi papá se casaron en Miguel Cané. Yo nací el 9 de marzo pero me anotaron el 10 de marzo, soy de picis. De Miguel Cané a Winifreda nos vinimos cuando yo tenía 4 años y a los 8 años nos fuimos a vivir a Victorica. En Victorica estudié en el Colegio María Auxiliadora, tuve muy buena preparación en ese colegio.
Buby comenta que cuando volvieron de Victorica ella ya había terminado sus estudios en el colegio María Auxiliadora, tenía 14 años cuando regresan a Winifreda. Buby nos cuenta que en aquella época donde hoy está la tienda de Tito Beck, antes de que fuera García- Gómez -Rouco fue el negocio de Rojo y Antón, luego fue la Tienda de la Familia López y recién después de esa tienda estuvo García- Gómez- Rouco.
¿Cómo era el Winifreda de antes?
_Mira el Winifreda de antes era uff…la plaza me acuerdo que en las esquinas estaba alambrada, no sé calculo que se debía a que andaba todo el mundo a caballo. Mis amigas eran Chichita Bouza, nosotros nos fuimos a vivir en frente de Zamarbide, ahí al lado de donde hoy está el supermercado Kisner, y al lado ya estaban los Isa, y ahí también al lado vivía la María Salvador, y adelante estaba el padre que tenía verdulería, almacén, Don Basilio Salvador. Al lado mi papá tenía la peluquería. El padre de Chichita era maquinista, acá a Winifreda venía mucho Tren y acá era Punta de riel. Cuando volví a Winifreda también me hice amiga de Elsa Prieto, ellos también habían venido de Conhelo, también era amiga de la Pocha Inchaurraga, hermana menor del Basko, también era amiga de Guardi Isa, que era la hermana mayor de la Nuri, las otras hermanas eran Yamili y le hermano de ellas era Julio y la Carmen. Me acuerdo bien porque te imaginas vivíamos ahí. Estábamos pegados, vivíamos alambre por medio.
¿Buby decime y cuando fue que empezaste con el tema de la biblioteca?
_Enseguida que volví a Winifreda, yo tenía mucha preparación. La que figuraba como bibliotecaria era mi hermana Herminia, porque yo todavía no tenía edad para figurar, pero la que era bibliotecaria realmente era yo. Yo estuve de bibliotecaria hasta que me casé. Mira me acuerdo los que iban a la biblioteca, el Basko Inchaurraga, el Toto Basualdo, el Minino y el Caito Legnani, la Maniusa, la Gladys García que estaba en el campo pero estaba mucho en casa en Winifreda, el Quico Basaleño, estaba Tito, Marta Ormachea, Silvia Chico, éramos un grupo grande. Pensá que la biblioteca era el único lugar que teníamos los jóvenes para juntarnos, otra cosa no había.
Buby y Tito
¿Buby, como se conocieron con Tito?
_Yo era amiga de Elda, la hermana de Tito, y de la “Nené”, ahora me acuerdo que yo iba a los bailes y él estaba, pero yo no salía a bailar, porque yo era chiquita, no parecía que tuviese la edad que tenía, 17-18 años. Pero nos empezamos a frecuentar si a los 18 años, pero él tenía un año menos que yo. Nos casamos cuando él tenía 23 y yo tenía 24. Tuvimos a Jorge y a Sergio. Jorge nación en el 63 y Sergio en el 67.
La charla con Buby sigue, es una mañana de verano en Winifreda, la lluvia que hubo en estos días trajo algo de alivio, de todas formas el verano por estas latitudes es bravo, el sol sigue con toda su fuerza, y por otro lado el viento marca cotidianamente su presencia, solo varía en intensidad.
Buby menciona al pasar el negocio...
¿El negocio es la peluquería?
_Si, si la peluquería.
¿Cómo se llamó la peluquería?
_ “Buby”, igual nunca le puse cartel. En el 72 la inscribí, pero a cortar empecé antes, cortaba acá en el living. Era peluquería y perfumería. En el 2000 sacamos el portón que tenía la peluquería. Pero me tocaban el timbre y seguí cortando un tiempo más, porque mis clientes seguían viniendo, la peluquería la tengo armada todavía. Igual ya le faltan muchas cosas. Ahora en lugar de perfumes tengo la foto de todos los nietos. -Buby ríe al contar como hoy luce su peluquería y continúa-.
Ahora ya no corto, me acuerdo que Raúl Pascual me decía mirá Buby aunque sea en la cocina me vas a tener que cortar el pelo. Después cuando me quebré el brazo ya dejé de cortar. Yo cuando seguí cortando fue a los nietos, a las nietas, a Sergio y a Jorge. Pero con el accidente del brazo ahí si ya tuve que dejar.
Buby contanos un poco como eran las salidas antes.
_Acá los bailes eran para navidad, año nuevo, 25 de mayo, 9 de julio, 12 de octubre. Encima mi mamá y mi papá nos daban a elegir, o navidad o año nuevo. No nos querían dejar ir a todos. Encima después se casó Herminia. Imaginate, nosotros vivíamos de la panadería de Núñez, después del negocio que hay ahora, bueno está la casa después, entrando para adentro ahí vivíamos nosotros.
¿Y con el Tito cuando se casaron?
_En el 59 nos casamos con Tito. Fue un casamiento muy lindo. Me acuerdo que hicimos la fiesta en la esquina, en el salón que era de los Villalva (Buby se refiera a la esquina de la calle Sarmiento y Avenida Presidente Raúl Alfonsín).
Mis suegros y los Villalva eran muy amigos. Ellos primero vivieron en la casa de los abuelos de Tito, allá donde hoy vive Wiggenhauser, la casa que era del Nolo que hoy está el hijo, esa casa antes era de los abuelos de Tito. El Tito vivía ahí con ellos, el Tito por esa época trabajaba en el correo. Los padres de Tito se habían ido a vivir a Santa Rosa. Entonces Tito vivió ahí hasta que le tocó la colimba. Bueno la cosa que nos casamos, nos fuimos a Córdoba por el viaje de bodas. Nos fuimos a La Falda. Para poder llegar hicimos un viaje como de 4 días, fuimos en colectivo y en tren. A la vuelta volvimos de Córdoba a Buenos Aires en Tren. Ahí en Buenos Aires estuvimos unos tres días en casa de unos tíos y de ahí ya volvimos a La Pampa en Tren. Porque antes acá teníamos tren hasta 3 veces por semana.
¿Cómo era esa época del ferrocarril?
_Uy mirá el ferrocarril movilizaba mucha gente. Mira Winifreda tenía 3000 y pico de habitantes. En esa época del ferrocarril…puf si había gente. Mi papá tenía peluquería, y había puesto negocio. Antes era otra cosa, todo era otra cosa, había negocios, estaba el negocio de Inchaurraga, al lado vivía Dahir, a la vuelta estaba Dal Santo. Después recuerdo por ejemplo que estaba el lechero Ramborger, otro que había sido lechero fue Ratón, panaderías estaban Dal Santo, Núñez y la otra que estaba donde ahora está la estación de servicio de Nagore, en un pedazo ahí que está vacío, pero no me acuerdo el apellido de los dueños de esa panadería. Después quedaron solamente la de Dal Santo y Núñez. Después estaban los almacenes, Zamarbide, la cooperativa, Miroshnick, que eran ramos generales, también estaba Casa Fernández…
Buby recuerda la época del ferrocarril como una época en donde todo un pueblo vivía prácticamente al ritmo del ferrocarril. El ferrocarril motor del pueblo junto con las actividades agrícolas-ganaderas. Almacenes, ramos generales, cine, algunos bailes.
¿Buby y los Domingos como eran en el Winifreda de entonces?
_Los domingos…sabes que hacíamos los domingos, nos poníamos de acuerdo y nos visitábamos, hacíamos tortas, nos juntábamos a charlar, a comer torta y a tomar mates y así lo pasábamos. Y sabés como pasábamos el verano, nos sentábamos en el cordón de la vereda y no sabés la tristeza que me daba a mí porque siempre había viento, mirá ahí donde está ahora el club, ahí había un galpón de los Antón donde guardaban lana, bueno la cosa que nos juntábamos en el cordón de la vereda a charlar. Por las noches la plaza estaba toda oscura, y en las calles se iluminaba con una luz en el medio de las cuatro esquinas, era como una lámpara que colgaba. Después bueno yo siempre estaba con mi amiga Chichita (Bouzá) así que también estaba siempre en el cine. Me acuerdo todo de esa época del cine, la Ñata era más brava que la miércole (Buby ríe al contarlo).
Yo de chiquita estuve metida ahí, yo para el hotel-cine Cervantes era parte de la familia. También me acuerdo de la tienda de Lipovich que estaba donde ahora está la panadería de Raúl Pascual.
Mirá otra cosa que me acuerdo que José Rodríguez tenía una casa de ropa de hombre muy buena. Del hotel- cine para el lado de la casa de Chocó Ponce ahí tenía la casa de ropa. Después otra cosa que tenían era una fábrica de hielo, el abuelo Antonio era de lo más evolucionado, y nosotros bajamos al sótano del hotel con el abuelo, no sabés que sótano que había en el hotel, ahí se guardaban las bebidas, estaba siempre lleno, trabajaban muchísimo. Sabés lo que era lindo del hotel, que los sábados hacía “Vermut Danzante”, era baile, era hermoso, afuera colocaban las mesas, colgaban un parlante, hasta el día de hoy si pasas y ves unos hierros que sobresalen arriba es porque ahí es donde colgaban los parlantes. Todos los mozos con chaqueta blanca y moño negro. El abuelo era así, y el cocinaba con el gorro blanco de cocinero. El murió cuando nos habíamos ido a vivir a Victorica. En un tiempo los colectivos paraban ahí en el hotel, después fueron a parar a lo del Tito Pereira en el “Ta Te Ti”
Buby y cuando el Tito trabajaba en el correo, ¿dónde estaba el correo?
_En ésa época el correo estaba en frente de la plaza, donde hoy está Teresa Álles con su negocio, después viste que esta la casa de la Ñata, todavía hay cosas originales que quedan de esa época. Antes de que viviera la Ñata ahí vivió un tal Prezello. Después en esa cuadra estuvo una farmacia de una tal Giunta, a esa farmacéutica la trajo Baldovino. Después se va Giunta y viene Brizuela para hacerse cargo de la farmacia. Brizuela se casó con una chica a la que también le decían Buby, era tan buena, tan callada, nos hicimos muy buenas amigas. Yo le cortaba el pelo a ella y a la hermana.
Buby recuerda, cuenta, da detalles de cada persona con la que ella se trató y e hizo amistades. Insistimos sobre sus virtudes de peluquera, de profesional en el rubro de la peluquería, como así también sobre las fiestas populares del pueblo.
¿Te acordás algo de la fiesta del mate de aquellos años?
_Si, la fiesta que empezó con Nicasio Rodríguez, yo peinaba a las reinas –Buby ríe-. Se hacía en la plaza San Martín, un año fue elegida Reina del Mate Norma Gebruers. Se hacía baile, se llenaba. Después se hacía la fiesta en el salón del club, Cristina Matalía también un año fue elegida Reina. Tito era intendente, la primera vez que fue intendente, nosotros fuimos a acompañarla, de Castex pasó a Misiones a la fiesta del mate de Misiones a representar a La Pampa.
Buby recuerda más cosas del pueblo, y este cronista pregunta, trata de meterse en el Winifreda de aquellos años del ferrocarril a través de la memoria de Buby.
Buby ¿hasta donde llegaba el pueblo en aquellos años, de la plaza para acá (al este de Plaza San Martín)?
_El pueblo era hasta donde estaban las vías, hasta donde hoy está el Tito Nunia, más o menos hasta ahí. Ahí era la punta del riel, y acá era todo monte (Buby traza una línea imaginaria señalando el este del pueblo y a la derecha de donde está el Tito Nunia, donde hoy está Gatica, el bicicletero, la peluquería de El Cholera, la sede del Centro de Jubilados y Pensionados), dos por tres ese monte se prendía fuego porque los chicos jugaban y por ahí se les escapaba el fuego. Me acuerdo que cuando Tito era intendente luchó por el tema de esas vías, me acuerdo que fuimos a Buenos Aires. Yo fui con él, yo iba a hacer compras, y lo acompañe a una reunión, yo me quedaba esperándolo, y me dicen ‘pase señora’. La cosa que se trató el tema de las vías, del ferrocarril. En un momento tomé la palabra, y les digo ‘Miren mi casa está a media cuadra del cruce de punta de riel, eso es todo monte y mi casa está a una cuadra de la plaza, no puede ser que esté eso adentro del pueblo. Los chicos prenden fuego, el monte ya se prendió un montón de veces, corta el pueblo a la mitad, porque no compran la máquina para dar vuelta el tren y listo, porque la punta riel para lo único que se usaba era para dar vuelta la máquina. Charlamos y charlamos, al finalizar la reunión se acerca una de las autoridades y me dice ‘quédese tranquila señora que vamos a sacar el ferrocarril de delante de su casa’ (Buby ríe). La cosa que lo sacaron. Tito ya no era más intendente cuando sucedió. Pero lo sacaron. No recuerdo si al final se compró la máquina. Después ya nos sacaron el ferrocarril, tanto luchar y nos sacaron el ferrocarril.
Buby recuerda y en su comentario hay un sentimiento de haber perdido un medio de comunicación y transporte fundamental para el desarrollo del pueblo.
_Hay que pensar que todo se transportaba por ferrocarril. Hoy sin el ferrocarril, todo se transporta en camiones, las rutas se hacen pedazos, es costisimo transportar todo con camiones. Es carísimo para todo el mundo. El ferrocarril era importante tanto para el transporte de mercadería como así también para el transporte de pasajeros.
Buby, hasta que año o época recordás haber sido bibliotecaria.
_Yo estuve hasta el 59, porque me casé, en realidad deje de ser bibliotecaria dos meses antes de casarme. Lo que sufrí. Si algo extrañé fue la biblioteca. Lo que pasa que nos casamos y nos fuimos al campo, veníamos una vez por semana, además yo siempre cocí para afuera, entregaba los trabajos de costura los fines de semanas. Con respecto a mi profesión de peluquera, a mí siempre me gustó, pero mi papá nunca quiso. Yo me la pasaba en la peluquería de mi papá. Mira cuando Sergio era chiquito, yo estuve enferma. El médico que me atendía en un momento dice ‘lo que pasa que la señora es muy activa y tiene que hacer algo que le guste’. Entonces pensé y dije y que voy a hacer en Winifreda, y mi amiga con quien estaba en Buenos Aires dice ‘yo sé lo que le gusta, a Buby le gusta cortar el pelo porque a todos nosotros nos corta el pelo cuando viene’. Así fue como estudié peluquería. Por intermedio de las primas, primos de Tito que tenían peluquería en Buenos Aires, pude entrar a estudiar peluquería a lo de unos franceses, eran muy buenos, yo me perfeccioné en cortes. Nos hacían estudiar las nucas, teníamos que llevarnos las cabezas, es decir llevar la gente a la que le íbamos a cortar el pelo. Un día había una señora, a la que le iban a cortar el pelo. Viene uno de los profesores y me dice ‘señora venga un poquito, a ver dígame como haría usted esa nuca’; era una señora, mirá me acuerdo que era una señora gorda, con cuello gordo, hay que tratar de afinarle la nuca, alargársela con el corte, para que le estilice la cabeza. La cosa que el profesor después de escuchar mi explicación le dice a la otra estudiante ‘ja, ¿aprendió?’, jaja de eso no me olvido más. Con ellos me perfeccioné con cortes a navaja. En ese entonces en Buenos Aires, el corte a navaja valía 3 veces más que un corte a tijera.
Buby ¿cuándo eran los bailes de egresados, vos peinabas y cortabas el pelo a quienes iban a egresar?
_Si, en ese entonces no había quien se dedicara a eso. Hasta que vino la Elba Piris. Elba empezó a peinar. Mi marido no quería que yo me dedicara a eso, igual que las novias, yo las peinaba, las maquillaba, todo, inclusive yo sabía ir hasta la casa. Tito renegaba porque siempre era tarde de noche cuando yo hacía ese trabajo, y él llegaba del campo y bueno, él siempre despotricó contra la peluquería, él y mi familia, porque yo trabaja cualquier cosa, tenía mucho trabajo con la peluquería. Había días que llegaba a hacer hasta 14 cortes, después empecé a tener algunas clientas a las que le ponía ruleros. Ahora además yo me especialicé en diferentes tipo de pelos, para eso fui a Clairol, un producto para cabellos, esa firma quedada en Ramos Mejía (Buenos Aires). Me fui a especializar porque viste que acá hay muchos alemanes, y los alemanes tiene el pelo muy finito y cuando se hacían la permanente les quedaba el pelo como si hubieran metido los dedos en el enchufe… (Buby vuelve a reír). La cuestión es que me especialicé en cómo tratar los diferentes tipos de cabellos, y empecé a traer productos especiales para cada tipo de cabellos. Aprendí a recuperar los cabellos estropeados con los franceses. Además de vender todo este tipo de productos, también vendía ropa, ropa interior, camisones, desabillé, de encaje, toda esa ropa la compraban las novias. Después tuve que dejar de traer porque en la época del “rodrigazo” las cosas aumentaron un 500 por ciento, porque por más que vos lo aumentes en la venta después nunca llegas. Cuando yo volvía a Buenos Aires las cosas valían 3 veces más. El “rodrigazo” fue terrible.
Buby, hace un rato me dijiste que además de estar en la biblioteca estuviste en otras instituciones siendo parte.
_Si, en el Club, ahí conformamos una subcomisión de fiestas. Eso cuando todavía el salón del club estaba al lado del Banco Nación, ahí eran los bailes. Nosotros íbamos a limpiarlo, hacíamos tortas para vender o sortear en los bailes, alguna vez conseguimos los tambores grandes, los abrimos al medio, lo llenamos de hielo, poníamos botellas de sidras y las rifábamos, así recaudábamos plata para el club, hacíamos más plata con eso que con la entrada. Siempre terminaba discutiendo con Fernández, con Sansa, Vigo, Baldovino que fue presidente del club, uy como me pelie con Baldovino, después me fue a buscar a casa, le dije ‘no voy más’ jaja y bueno son cosas que han pasado. Me acuerdo de cuando vino Alberto Castillo, como se llenó, creo que estaba mi cuñado Meyer de intendente. El que lo trajo a Alberto Castillo fue Baldovino.
La charla con Buby llega por ahora a su fin, hoy disfruta de sus 3 nietas y un nieto, Francisco (24 años) y Gianella (21), Valentina (17 años) y Franchesca (13 años).
Buby es otra winifredense que ha pasado toda su vida aquí, salvo esos años en que vivió en Victorica. Sobre el final nos comenta algo más…
_Sabés de que me estaba olvidando, de los bailes que se hacían en el Lote XIII, una vez fuimos con Nelly Altuna, los Altuna tenían taxi, y también eran 4 hermanas. Para uno de esos bailes Altuna nos llevó, me acuerdo que fuimos con Gladys, eran famosos los baile del Lote XIII, en ese entonces el club tenía la mitad del techo de lona, que lindo que la pasamos, se llenaba, también ahí se remataban tortas, el rematador acá siempre fue Manolo Matalía, el marido de “La Negra Matalía” que ahora ella vive en Santa Rosa, cuando viajo a Santa Rosa siempre voy a verla, y nos hablamos por teléfono.
¿Sabés cómo se llama “La Negra”? se llama Angélica Krujoski, su papá era zapatero y su mamá también. Ellos tenían el taller de zapatería en frente la plaza. Ahí donde también estaba el conventillo de frente a la plaza. Ahí también estaba “el pibe” lonero-colchonero, hacía colchones de lana, otras de las personas que recuerdo que vivían ahí frente a la plaza es Elba Segovia, otro es Jacovi cuando se casó con la de Álvarez.
Manolo siempre estaba en todas las instituciones. Manolo y mi marido siempre estuvieron en las instituciones.
Buby Salvetti nos brindó esta charla distendida, nos dejó saber desde sus ojos, desde su memoria otro Winifreda al que hoy vivimos.
Muchos de los que hoy vivimos en nuestro Winifreda no tuvimos la experiencia del ferrocarril ni del monte lindando el este del pueblo, este cronista cita un verso de una de las canciones del Flaco Spinetta “… quiero ver un tren”.
Es que Winifreda se funda con la llegada del ferrocarril. El Ferrocarril fue la razón por la que este pueblo existe.
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