La tecnología y las redes virtuales fueron sus aliadas
Mirta Castañeira es productora agropecuaria y tiene un pasatiempo muy particular: restaura muebles antiguos.
En octubre de este año festejó su cumpleaños en la zona rural donde reside y en simultáneo dejó oficialmente inaugurado su taller de restauraciones al que bautizó “Mis Locuras”.
Con el transcurso de los años, adquirió un perfecto dominio de las técnicas de trabajo con la madera, nociones de pintura y del manejo de otros materiales. Su hobby se convirtió lentamente en una tarea casi diaria. “Hace cuatro años que empecé con este oficio, siempre como un hobby porque le ayudo a mi marido en las tareas rurales, pero la verdad es que estoy sorprendida con mis logros”, expresó con satisfacción. “Mis primeros trabajos fueron unos cuantos muebles de mi sobrina que se iba a estudiar a La Plata y los necesitaba, entre ellos una mesa de pino para el televisor. Eran color turquesa con blanco. Fue la primera que confío en mí”, recordó.
La tecnología y las redes sociales fueron sus aliadas para modernizarse y promocionar sus trabajos terminados. “Fui perfeccionándome mirando programas de televisión y con la famosa aplicación #Pinterest”, confió. Al visualizarse por los medios virtuales, le empezaron a surgir numerosos pedidos de restauraciones y llegó un momento en que el garaje de su casa “estaba repleto” de muebles, pinturas y demás materiales. Una de sus amigas le sugirió que armara su ámbito laboral en una habitación ubicada a unos metros de su casa rural. Le hizo caso.
El día de su cumpleaños lo celebró con sus amistades y aprovechó para inaugurar su taller donde pasa varias horas del día haciendo lo que le gusta. La mujer pintó con distintos colores las paredes de su local y estampó los nombres de sus amigas y vecinos rurales quienes le donaron restos de pinturas, hasta una estantería que era de los abuelos de Gustavo e Ileana Petengaiser. “La querían tirar porque no le veían futuro y yo la acomodé y ahora la utilizo para almacenar todas mis pinturas”, dijo. “El fuerte mío es la madera”, aseguró Mirta, quien ha restaurado cómodas, mesas de luz, roperos, aparadores, puertas, postigos hasta tablas de lavar, #antigüedades que pertenecieron a varias generaciones de familias pampeanas.
Los materiales que utiliza para “volverlos a vida” son removedor en gel, pistola de calor, soda caústica, pinturas a la tiza, pinturas de látex, lijas, entre otros. La emprendedora tiene colaboradores. Maribel Petengaiser la ayuda con la técnica de decoupage (láminas que se pegan a los muebles), el carpintero Víctor Mosman y el herrero Darío López Avila siempre están a su disposición. Ante una consulta puntual, respondió que las personas que deciden restaurar sus muebles después los conservan. Asimismo detalló que ha realizado trabajos para clientes de Santa Rosa, General Pico, Eduardo Castex, Colonia Barón y también de Córdoba, La Plata y Buenos Aires. “Todos han quedado muy conformes”, indicó para luego destacar que “el trabajo más importante que hice pueden verlo en el comercio de Georgina Idraste, ahí sentí que me consagré como restauradora”.
Consultada sobre cómo reaccionan sus clientes cuando ven el mueble restaurado, respondió: “No lo pueden creer y me felicitan”. Hasta ella misma se sorprende de su crecimiento en esta profesión. “En estos cuatro años fui aprendiendo todas las técnicas para dotar al mueble de su funcionalidad y esplendor. Los clientes me lo agradecen y eso me llena el alma”, manifestó. Finalmente le agradeció muchísimo a su marido por apoyarla en este #emprendimiento.
FOTO: La #restauradora de #muebles, Mirta Castañeira, en su #taller
Nota de Luis Barbaschi para < Suplemento especial 2019 LA ARENA >
