La Pampa registró un índice de inserción laboral de mujeres de casi el 44 por ciento, superando a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires y Córdoba. El porcentaje se da tanto en empleos públicos como en privados.
POR JUAN JOSE REYES
A pesar de lo pequeño de nuestra economía regional La Pampa se constituyó, según un informe oficial elaborado por el Gabinete de Género que depende del Ministerio de la Producción de la Nación, como la provincia con mayor porcentaje de empleo registrado de mujeres. Trepó al 43,93% de inserción laboral superando a CABA (42,14%); provincia de Bs As (41,19%) y Córdoba con el 40,94%.
Si bien la estructura productiva pampeana es heterogénea entre sectores y tiene pocas empresas de alta productividad y tecnología, se han generado empleos formales con la mejor distribución de sexos tanto en empleos públicos como privados.
La participación femenina en el rubro educativo llega al 73%; seguida de los servicios sociales y de salud (72%), en cambio los sectores con menor participación son la agricultura y ganadería (12%) y la industria de la construcción con el 6,5%. En cambio, La Pampa es la vigésima provincia en cantidad de funcionarias, con apenas el 37%.
El Gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo está conformado por las autoridades de todas las áreas y organismos descentralizados y desconcentrados. Su objetivo es implementar y transversalizar políticas públicas producto del trabajo coordinado y articulado entre secretarías, organismos descentralizados y organismos desconcentrados, al mes de junio de 2022 el Ministerio cuenta aquí con 79 iniciativas con enfoque de género en marcha.
El informe oficial realizado por Paula Basaldúa, coordinadora del Gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo, deja a La Pampa en un lugar de privilegio. Muchos de los datos suministrados aquí, según el Gabinete de Género, fueron aportados por el Ministerio de la Producción.
Discriminación salarial.
La inserción laboral de mujeres es reducida en ramas de alta formalidad y salarios, como la industria, energía y servicios basados en el conocimiento. Asimismo, las brechas de ingresos entre varones y mujeres son notables: a pesar de que las mujeres que participan del mercado laboral son de nivel educativo mayor, los varones ganan 24% más al mes que ellas. Una razón radica en que mientras los varones trabajan de forma remunerada 40 horas a la semana, las mujeres dedican 30 horas al mercado laboral.
La diferencia de 10 horas se explica por la desigual distribución de tareas al interior del hogar, brecha que se amplía en los hogares de menores ingresos.
En La Pampa, si se toma el salario por hora, en una primera lectura pareciera que las brechas de género se desvanecen, pero ello no es así. La variable clave para reconocer la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en el mercado laboral es la educación: el 47% de las mujeres que trabajan de forma remunerada posee estudios superiores (incompletos o completos), mientras que en los varones dicha cifra ronda el 30%. Entonces, al controlar por nivel educativo, se observa una brecha del salario por hora cercana al 13%. En la industria, esta cifra es del 26%, la mayor de toda la economía provincial.
Se han definido en todas las provincias 39 iniciativas y 7 ejes de trabajo transversales que apuntan a reducir las brechas de género en el ámbito de la producción. Estas acciones representaron para este año una proyección de $ 12.450 millones y un gasto tributario estimado de $ 2.422 millones. El resultado anual, sin embargo, fue de un gasto informado de $ 18.505 millones, de los cuales a La Pampa ingresaron más de $ 200 millones.
Dónde trabajan las pampeanas
En La Pampa la participación femenina es muy alta con respecto a los otros 23 distritos del país en lo que refiere al empleo asalariado registrado privado según sector de actividad económica.
En educación representan el 73%; en servicios sociales y de salud el 72%; 55,3% en ONGs; 51,7% en la intermediación financiera el 51% al igual que en las asociaciones profesionales: servicios profesionales 45,9%; hoteles y restaurantes 45,7%; en arte, cultura, deporte y esparcimiento 38,3%; servicios inmobiliarios 38,2%; comercio 34% y un 31% en actividades administrativas.
En los rubros de menor participación de la mujer en los trabajos registrados aparecen el rubro de la información y las comunicaciones con el 32,1%; industrias 17,9%; agricultura y ganadería 12%; transporte y almacenamiento 9,1% y las construcción con el 6,5%.
Simultáneamente, existe el fenómeno de segregación vertical que da cuenta de la existencia de barreras y brechas que tienen las mujeres para ocupar cargos altos en una organización, a pesar de poseer calificación y experiencia. El 34,3% de las mujeres pampeanas cuentan con formación superior mientras que ese porcentaje en la población masculina alcanza el 19%.
Las asimetrías en el mercado laboral asociadas al género evidencian, además, un claro componente territorial en el cual La Pampa se destaca por su nivelación como lo indica el porcentaje de trabajadoras asalariadas registradas.
El dato que debiera preocupar a los funcionarios pampeanos es que en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Neuquén, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego el número de funcionarias supera al de funcionarios. En el resto de las provincias, y básicamente en La Pampa, todas las carteras tienen mayor número de funcionarios varones, llegando al 63% y las mujeres al 37% restante.
Juan José Reyes para La Arena web
