Justicia por Lía Falcón: un reclamo que conmueve y exige respuestas
- La Pampa
- 19 ene
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El pasado jueves 16 de enero, la vida de Lía Falcón, una joven de 22 años llena de sueños y proyectos, se apagó trágicamente en un siniestro vial que ha causado profunda indignación en la comunidad. Lía fue atropellada por un Ford Falcon conducido por Francisco Roldán, quien, según testigos, cruzó el semáforo en rojo en la intersección de Circunvalación y Cavero, arrastrándola más de 30 metros antes de detenerse.

Lía, estudiante de psicopedagogía y ferviente creyente, era conocida por su calidez humana y su amor incondicional hacia su familia, amigos y seres queridos. Alejandra Falcón, madre de Lía, ha compartido emotivos mensajes en redes sociales clamando justicia. En uno de ellos, escribió:"Esta era mi hija Lía Falcón, tenía 22 años. Estudiante de psicopedagogía, pasó a segundo año. Tenía muchos sueños. Era hermana, hija, amiga, sobrina, prima, novia. Por donde la miraban, destilaba amor. Solo quiero justicia. Hoy éramos cinco, pero en esa foto fue su última vacaciones."

La imagen, tomada en un momento feliz de sus vidas, contrasta dolorosamente con la tragedia que sobrevino. Ahora, Alejandra enfrenta el vacío de no volver a ver a su hija cumplir los sueños que tanto anhelaba: recibirse, trabajar con niños, formar una familia.
El conductor del vehículo, de 60 años, fue formalizado por homicidio culposo. Sin embargo, la decisión de otorgarle prisión domiciliaria ha generado un clamor generalizado. La jueza Florencia Maza, encargada de la causa, aún debe determinar si Roldán cruzó efectivamente en rojo, un factor que podría agravar la pena.
"No entendemos cómo un hombre que mató a mi hija puede dormir en su casa mientras yo tuve que enterrarla," expresó Alejandra en otro post. Su lucha por justicia ha movilizado a cientos de personas, quienes comparten su indignación y apoyan la creación de una página para exigir que la muerte de Lía no quede impune.
Lía no solo era el pilar de su familia; era un ejemplo de perseverancia y amor por la vida. Su sonrisa y dulzura quedarán grabadas en quienes la conocieron. Alejandra concluye sus publicaciones con una promesa:"Te prometo, hija mía, que haré justicia por vos. Aunque me cueste todo, el asesino no puede quedar libre. Tu muerte no será en vano."

Este caso, más allá de la tragedia personal, abre el debate sobre la responsabilidad al volante y la necesidad de sanciones más estrictas para quienes, con su imprudencia, destrozan vidas. Mientras tanto, la comunidad acompaña a la familia de Lía en este difícil camino hacia la justicia.