El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha informado que la inflación en Argentina fue del 20,6% en enero, alcanzando un alarmante 254,2% en el último año. Según los datos proporcionados, una familia tipo necesitó $596.823 para no ser considerada pobre y $285.561 para no caer en la indigencia.
Los rubros que experimentaron los mayores aumentos en enero fueron Bienes y Servicios Varios, con un 44,4%, seguido por Transporte con un 26,3% y Comunicación con un 25,1%. El aumento en estos sectores se atribuye principalmente a los incrementos en artículos de cuidado personal, transporte público y servicios telefónicos e internet, respectivamente.
En todas las regiones del país, la división con mayor incidencia fue Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, que registró un aumento del 20,4%. Dentro de esta categoría, se destacaron las subas en carnes y derivados, así como en pan y cereales.
Por otro lado, las divisiones que mostraron las menores variaciones fueron Prendas de Vestir y Calzado, con un aumento del 11,9%, y Educación, con un 0,9%, aunque este último dato se atribuye al receso estival.
El INDEC también reveló que, a nivel de categorías, los Regulados lideraron el aumento con un 26,6%, seguidos por el IPC Núcleo con un 20,2%, mientras que los Estacionales registraron un incremento del 16,2%.
En cuanto a las comparaciones regionales, la Patagonia encabezó la lista con una inflación del 24,2% en enero, seguida por Cuyo (22,3%), Noroeste (21,7%), Región Pampeana (21,2%), Gran Buenos Aires (19,6%) y Noreste (19,5%).
Las estimaciones privadas anticiparon en gran medida estos números, proyectando un rango de entre 20% y 23% de inflación, lo que refleja una pequeña desaceleración en comparación con meses anteriores.
El primer Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central del año indicó que se espera una inflación mensual del 21,9% para enero y del 18% para febrero, con una proyección anual del 227%.
Manuel Adorni, vocero presidencial, expresó el entusiasmo del Gobierno por los esfuerzos para controlar la inflación, aunque reconoció que todavía queda mucho por hacer. Destacó la importancia de reducir el déficit fiscal y poner fin a la emisión monetaria como medidas fundamentales para estabilizar los precios, aunque advirtió que estos cambios requerirán tiempo para surtir efecto.