El femicidio de Raquel Amaya, ocurrido en Monte Nievas, ha conmocionado a la comunidad y revelado detalles perturbadores tras la autopsia. Según fuentes judiciales, Amaya, de 53 años, fue víctima de una agresión sexual antes de ser asesinada por su ex pareja, Fabricio Borges, de 48 años, quien se encuentra detenido por el crimen.
El hecho tuvo lugar en la madrugada del sábado 29 de junio en una vivienda social de la zona noroeste de Monte Nievas. El informe de la autopsia confirmó que Amaya sufrió un abuso sexual con acceso carnal antes de ser atacada mortalmente, lo que ha derivado en nuevos procedimientos judiciales, incluyendo análisis de laboratorio para confirmar los ADN involucrados.
En las últimas horas, Borges se negó a declarar, en contraste con su confesión inicial del homicidio. Las autoridades judiciales, lideradas por el fiscal general de la Segunda Circunscripción Judicial, Armando Agüero, han señalado que ahora se deberán realizar una serie de estudios genéticos y recopilar más pruebas para avanzar con el caso. Se espera que el expediente sea elevado a juicio antes de fin de año, con el proceso judicial previsto para desarrollarse entre finales de este año y principios del próximo.
El crimen ocurrió el viernes, entre las 6 y 7 de la mañana, en la vivienda de Monte Nievas. Tras el asesinato, Borges intentó ocultar el cuerpo en dos ocasiones. Primero, lo trasladó a la orilla de las vías entre Monte Nievas y Eduardo Castex, y luego, en la tarde, lo movió al lugar donde finalmente fue encontrado, una alcantarilla en el denominado “Camino a la Cruz”, al este de la zona urbana de Monte Nievas.
El cuerpo de Raquel Amaya fue hallado en esa alcantarilla y trasladado a la morgue de General Pico, donde se le practicó la autopsia que determinó las causales de muerte. Borges está imputado por homicidio agravado por femicidio y en contexto de violencia de género. Este delito conlleva una pena de prisión perpetua sin posibilidad de libertad condicional, según lo confirmado por el fiscal Agüero.
Este trágico caso destaca una vez más la urgencia de enfrentar la violencia de género y proteger a las mujeres en situaciones vulnerables, una tarea que las autoridades y la sociedad en su conjunto deben priorizar para evitar que se repitan este tipo de crímenes.