La política no se tomó vacaciones este enero 2024, y no solo a nivel país, también en La Pampa, y en todos los ámbitos.
La activación política es empujada por el huracán Milei que lo arrasa todo y no da respiro. Caputazo, DNU, Ley Omnibus. Megadevaluación y desregulación. Un shock liberal y ultraderechista sin anestesia. Improvisación y precariedad en muchas de sus decisiones. Sobreactuación y sobreideologizado como en el discurso de Davos. Desde diciembre el vendaval se lleva puesto todo. Y convirtió a este enero en el más politizado de los que vivimos.
Y si la política nacional está activada y encendida, intentando hacer pie en este terremoto en que se convirtió Argentina, La Pampa no quedó ajena. Todo está impregnado por el debate nacional, y están quienes viendo lo que se viene (o más bien suponiendo) empiezan a acomodarse.
Una muestra de esa efervescencia estalló este domingo mientras la gente pileteaba con el cruce entre el peronismo y los radicales sobre la postura frente a la gestión de Milei. El gobernador Sergio Ziliotto apuró a los intendentes de Juntos por el Cambio para que le pidan cuentas a sus legisladores de lo que iban a votar; el senador Daniel Kroneberger salió a responderle en una destemplada declaración (cuando se ha caracterizado por no ser muy punzante con el peronismo), que luego fue acompañada por el Comité Provincia; y luego llegó la réplica de las espadas del gobernador, el senador Pablo Bensusán y los ministros Pascual Fernández y Antonio Curciarello.
En este escenario de enero caliente, el gobernador Ziliotto ha tomado un protagonismo nacional como ningún otro mandatario lo tuvo. Al menos de la dimensión que tiene frente a los ocho gobernadores peronistas que se mantuvieron en pie. Trabajando en tándem con el bonaerense Kicillof, es una de las voces más críticas a Milei. Sabe que no hay, y tampoco espera, posibilidad de negociación alguna. Las reformas del presidente son profundas y dejarán muchas víctimas, aunque a todas les cueste reconocerlo que se van a convertir en una. Ziliotto se ha movido como figura de ese frente anti ajuste, tejiendo alianzas y alertando con un discurso contundente. Se reunió con gobernadores de la Patagonia, del peronismo, de las provincias petroleras y dio su aval al movimiento sindical para el paro del 24 de enero. Un paro en defensa propia.
El paro del 24 será la principal marca política de este enero politizado. La medida de fuerza más rápida que se le ha planteado a un presidente. ¿Es oportunista? ¿Es apresurada? Ante la magnitud de las reformas planteadas por Milei, no queda otra. El miércoles habrá una movilización que marcará la temperatura social. La Pampa no le escapa a eso, los ojos también estarán puestos en la plaza San Martín de Santa Rosa.
Por su parte, el Congreso debate el decretazo y la polémica ley que le da superpoderes a un presidente. Los legisladores pampeanos también están en plena batalla. Comisiones en el Congreso, reuniones con sectores en La Pampa, encuentros con sus pares para fijar posición. Los tres peronistas (el senador Bensusán y los diputados Marín y Rauschenberber) ya plantearon en línea con Ziliotto su rechazo total.
Los cinco dialoguistas de Juntos por el Cambio parecen querer tomar cierta distancia de las medidas, aunque se sabe que finalmente apoyarán en general el DNU y la Ley Omnibus. Los radicales Kroneberger y Coli plantean alguna oposición, los del PRO Maquieyra y Huala alguna diferencia, el macrista Ardohain está más permeable. Ya se sabe dónde terminarán esos votos. Pondrán algún reparo, pero votarán a favor.
La activación nacional empuja a la local. En la Cámara de Diputados la oposición, ante el fifty-fifty en su integración, que los empuja a soñar con hacerle frente al peronismo, empezaron a unir fuerzas. A comienzos de enero hubo un encuentro de las tres bancadas y decidieron hacer fuerza en conjunto: los radicales (sobre todo los celestes que impulsan esta coalición legislativa), los del PRO y los de la agrupación de Comunidad Organizada. Muchos dirigentes pusieron mala cara con el acercamiento a los de CO, que los han tratado de corruptos y vendidos. Otro sapo a tragarse.
Los intendentes también están movilizados. Algunos por demás. Luciano Di Nápoli de Santa Rosa y Fernanda Alonso de Pico mostrando las cartas de que quieren ser candidatos a la gobernación en 2027. Muy pronto, demasiado para pensar en ambiciones futuras cuando hay tantas urgencias que resolver. Y cuando los corre un ajuste que los dejará sin agua. Un grupo de intendentes se juntaron preocupados por la coparticipación. Los concejales de los pueblos donde el peronismo es oposición parecen querer abroquelarse también a hacer fuerza en común.
Y si el huracán Milei empuja a la política, esta también se retroalimenta en lo local con las internas. Toda estrategia hacia afuera implica tener en cuenta al adversario interno: en la UCR el sector de los intendentes y los azules frente a los celestes; en el PRO las dos alas amarillas; en el peronismo quienes quieren abrirse camino de cara a 2027.
Los intendentes de Juntos por el Cambio (hay 28 radicales y 5 del PRO) ya marcaron la cancha. Hubo un encuentro en 25 de Mayo hace unos días, continuidad de los planteados el año pasado. Son el nuevo factor de poder opositor, sobre todo en la UCR. El poder territorial empezó a virar hacia el interior. Esto hizo que legisladores y dirigentes radicales, como nunca, comenzaran a visitarlos para hacerse la foto para sus redes. Intendentes con varios períodos en sus espaldas lo toman con gracia: nunca fueron tan requeridos como ahora. Son los nuevos tiempos en la oposición: hasta el presidente de la UCR, Guidugli, se destaca con sus planteos, cuando antes ese era un puesto casi decorativo.
Más allá de quienes pueden irse de vacaciones, o tomarse unos días, el cimbronazo de las reformas de Milei puso también en debate y obliga a tomar posición a colegios y cajas de profesionales, entidades rurales, farmacéuticos, sindicalistas, empresarios pymes, productores, cámaras, todos son de alguna manera afectados. Todos los ámbitos parecen sufrir de una u otra manera el golpe: productivo, cultural, social, deportivo.
Enero es la muestra. Estamos ante un 2024 caliente en lo político, y el año recién empieza.