En los pliegues de la historia, a veces encontramos relatos que capturan la esencia de una época, tejen los hilos del pasado con los del presente, y nos llevan en un viaje a través del tiempo. En esta ocasión, nos complace presentarles un poema singular, titulado "El Eco de Winifreda: La Historia de una Niña Ausente".
Este poema, tejido con palabras delicadas y evocativas, narra la historia de Winifred Drysdale, una niña nacida en Escocia en 1899, cuyo nombre fue inmortalizado en un remoto pueblo de La Pampa, Argentina, llamado Winifreda. Fundado por su propio padre, Joseph Drysdale, en los albores del siglo XX, este pueblo lleva el nombre de la hija más joven de la familia.
A pesar de que Winifred nunca conoció el pueblo que lleva su nombre, ni tampoco las vastas tierras que alguna vez pertenecieron a su familia, su legado perdura en cada rincón de Winifreda. A través de las palabras del poema, somos transportados a un tiempo y lugar donde la historia se entrelaza con la fantasía, y donde el eco de una niña ausente resuena con fuerza en la memoria colectiva del pueblo.
"El Eco de Winifreda: La Historia de una Niña Ausente"
En tierras escocesas, en el siglo diecinueve,
Nació Winifred, con su luz y su envejece.
Mas lejos en el tiempo y en la geografía,
Un pueblo aguardaba su destino cada día.
En los albores del nuevo siglo, en La Pampa nació,
Padre Joseph, con visión, su legado construyó.
Fundó un lugar, con sueños por cumplir,
Y en honor a su hija, el nombre decidió escribir.
Winifreda, la localidad que creció en su honor,
Pero Winifred, en Escocia, desconoció su esplendor.
En tierras lejanas, su vida transcurrió,
Ajena al pueblo que su nombre adoptó.
En Australia, sus días llegaron a su fin,
Sin conocer el lugar que lleva su raíz sin fin.
Las tierras que aún reclaman el nombre de su familia,
Guardan secretos de una historia que aún palpita.
La creación del pueblo, un negocio comercial,
Mas en sus calles, late un corazón ancestral.
Aunque nunca caminó sus calles o campos vio,
En cada esquina, su nombre es eco de un anhelo.
En la distancia y en el tiempo, su historia se entrelaza,
Con el pueblo que creció en medio de la plaza.
Winifred, en su ausencia, vive en cada piedra,
En cada lote vendido, en cada puerta que se abre.
Y así, la historia de la niña que nunca conoció,
El lugar que lleva su nombre, donde la vida brotó.
En el tejido de la historia, su memoria vive,
En el pueblo de Winifreda, donde su legado revive.
Ñamku Pewma
"El Eco de Winifreda: La Historia de una Niña Ausente" nos invita a reflexionar sobre el poder de la memoria y la importancia de preservar nuestras raíces históricas. A través de la poesía, esta obra nos recuerda que cada nombre tiene una historia, cada lugar tiene un pasado, y cada vida deja una huella imborrable en el mundo que deja atrás. Es un honor compartir este poema con ustedes y esperamos que les inspire tanto como nos ha inspirado a nosotros.
Commentaires