Personal de la División de Seguridad Rural de la UR-I desbarató un "matadero clandestino" en la localidad de Toay en un operativo conjunto con Senasa y Bromatología Municipal. La intervención resultó en el decomiso e incineración de carne y diversos elementos utilizados en la actividad ilícita.
La acción se desencadenó a raíz de un llamado a la Comisaría Departamental de Toay cerca de las 17:30 horas, alertando sobre la posible existencia de un matadero clandestino en la zona suburbana al oeste de la ciudad. Fuentes policiales informaron a LA ARENA que una patrulla de la División de Seguridad Rural se dirigió rápidamente al lugar, interceptando una camioneta Ford F-100 con tres ocupantes: dos jóvenes de 20 y 21 años y un adolescente de 16. En la caja del vehículo se encontraron aproximadamente 200 kilos de carne fraccionada en 10 bolsas negras, lista para la venta.
En el lugar, se constató la existencia del matadero clandestino. "Se hallaron restos de huesos, en su mayoría equinos, olores nauseabundos y pozos con restos de huesos y cuero de animales", detallaron las fuentes. Inmediatamente, se iniciaron actuaciones conforme a la Ley Provincial 817, involucrando a la Fiscalía de Delitos Rurales.
Senasa y Bromatología Municipal inspeccionaron el sitio, secuestrando un carro de transporte de animales, hachas, bolsas de consorcio, bateas caseras, lonas, baldes, piedras para afilar, ganchos, sogas, palas y botas de goma. Todo el material decomisado, incluyendo las bolsas de carne, fue incinerado.
Este operativo refuerza el compromiso de las autoridades locales en la lucha contra actividades ilegales que ponen en riesgo la salud pública y el bienestar animal. Se insta a la comunidad a continuar colaborando con información que permita erradicar este tipo de prácticas.
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