La polémica en torno a la Ley 3288 de plaguicidas continúa en La Pampa. Esta semana, el Gobierno provincial entregó un nuevo borrador de la reglamentación, tras realizar modificaciones a algunos puntos cuestionados por el sector agropecuario. Sin embargo, los productores ya anticiparon su rechazo, calificando los cambios como “cosméticos” y sosteniendo que no abordan los problemas de fondo.
Un borrador bajo la lupa
El documento entregado por el Ministerio de la Producción introduce ajustes en temas clave, como las distancias de aplicación de agroquímicos, el control de trazabilidad, y los requisitos para usuarios, técnicos y aplicadores. Según el sector rural, las modificaciones no logran resolver las objeciones planteadas, y consideran que algunas exigencias son inviables desde un punto de vista técnico y operativo.
Entre los cambios destacados, el borrador propone:
Distancias de aplicación: Mantiene los 500 metros para aplicaciones terrestres y 3.000 metros para aéreas, lo cual es rechazado por los productores al considerar que no hay sustento técnico para estas medidas.
Trazabilidad de bidones: Se cuestiona la implementación de un sistema provincial, argumentando que ya existe una ley nacional que podría ser adoptada.
Control y fiscalización: Se amplían las facultades de inspección de las autoridades, incluyendo la posibilidad de acceder a inmuebles y maquinarias, con autorización judicial si es necesario.
Reclamos del sector agropecuario
Los productores consideran que las modificaciones no resuelven los problemas generados por la reglamentación inicial y señalan que podrían quedar fuera de producción 200.000 hectáreas debido a las restricciones.
Un representante del Consejo Consultivo Rural explicó que el problema central radica en la propia ley, y no en su reglamentación. "Podemos plantear mil modificaciones, pero hay puntos que no tienen solución dentro del marco actual", afirmó. Además, criticó la falta de sustento técnico en las distancias y la burocratización de las aplicaciones, que ahora requieren más autorizaciones.
"No estamos en contra por capricho", destacó, subrayando que desde 2016 las instituciones del agro han trabajado en propuestas y estudios para una normativa más adecuada. "Queremos una nueva ley que realmente contemple las necesidades del sector y del medio ambiente".
El Gobierno insiste en la reglamentación
Desde el Ministerio de la Producción, las autoridades confirmaron que las modificaciones se realizaron en base a las sugerencias recibidas en reuniones previas. No obstante, recalcaron que la ley no es modificable y que el objetivo es encontrar un consenso a través de la reglamentación.
Los productores tienen plazo hasta el 11 de diciembre para presentar propuestas formales al borrador actual. Sin embargo, el descontento generalizado y la postura firme del sector agropecuario auguran un escenario de tensión y debate que podría prolongarse en el tiempo.
Impacto y futuro de la ley de plaguicidas
La controversia sobre la Ley 3288 pone en evidencia el delicado equilibrio entre la producción agropecuaria y la protección del medio ambiente. Mientras el Gobierno busca avanzar en la reglamentación para garantizar un uso seguro de los agroquímicos, los productores exigen una normativa más flexible y técnicamente sustentada.
Este conflicto no solo afecta al sector agropecuario, sino también a la relación entre las instituciones públicas y privadas, y al desarrollo sostenible en La Pampa. La clave estará en encontrar un punto medio que permita proteger la salud y el medio ambiente, sin comprometer la productividad del campo.