La Sala A del Tribunal de Impugnación ha confirmado la condena contra un policía por violencia de género, al desestimar el recurso de impugnación presentado por sus defensores particulares.
Rubén David Manso fue condenado el 15 de septiembre pasado por el juez de audiencia santarroseño, Andrés Olié, a una pena de un año y diez meses de prisión. Se le halló culpable de lesiones leves agravadas y amenazas agravadas por el uso de arma, en contexto de violencia de género, según lo establecido por la ley 26.485 de Protección Integral contra las Mujeres. La sentencia fue de cumplimiento efectivo debido a los antecedentes del agresor.
Durante el juicio oral, se demostró que el policía, de 33 años, agredió físicamente a su pareja en el domicilio que compartían, tras una discusión verbal. Además de arremeter contra ella y quitarle un anillo con violencia, amenazó con su arma reglamentaria, expresando que mataría a su hijo si lo denunciaba.
Al analizar los argumentos defensivos, el Tribunal de Impugnación sostuvo que la exhibición del arma de fuego por parte del acusado ante su pareja, en un contexto de violencia de género, constituyó una amenaza intimidante, independientemente de los detalles temporales.
Respecto al testimonio de la mujer en Cámara Gesell, el Tribunal destacó su importancia en casos donde no hay testigos directos. Aunque su relato fue desordenado en algunos momentos, se valoró la coherencia dada las circunstancias. Además, se tuvo en cuenta la prueba pericial y documental obtenida después de abrir el teléfono del acusado.
El Tribunal concluyó que la sentencia de Olié fue correcta y siguió los principios de la sana crítica racional, al establecer una relación necesaria entre los indicios, la prueba directa y la conclusión. Se descartó la estrategia defensiva al considerar que no se trató de una sentencia arbitraria.
Con esta decisión, se ratifica la condena contra el policía por su comportamiento violento hacia su pareja, en un caso que ha generado preocupación en la comunidad.
