Este miércoles, el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros de Chile logró recuperar los tres cuerpos de los andinistas argentinos que perdieron la vida en la Cordillera de Los Andes. Esta trágica jornada culminó en el cerro Marmolejo, donde fueron encontrados los cuerpos de Ignacio "Nacho" Lucero, guía de montaña mendocino, Raúl Espir, intendente de General San Martín, y Sergio Berardo, escribano pampeano.

El Marmolejo, con sus 6.108 metros sobre el nivel del mar, albergaba los cuerpos a una altitud de 5.900 metros, cerca de su cumbre. La expedición, liderada por Lucero, optó por la ruta "normal" desde Chile, donde habían partido cinco andinistas. Dos de ellos optaron por regresar debido a las condiciones climáticas adversas.
El último tramo de ascenso fue emprendido por los tres andinistas el miércoles 29, siendo ese el último contacto conocido con ellos. Tras su desaparición el sábado 2, las autoridades fueron alertadas, encontrando sus cuerpos el lunes 4.
El acceso al Marmolejo desde Chile es la vía más directa, finalizando en el Cajón del Maipo y un campamento base. Desde allí, la ruta cuenta con fuertes pendientes hasta los campamentos altos, situados a 4800 y 5200 metros respectivamente, cercanos al glaciar que cubre la montaña.
Sin campamentos definidos, cada expedición debe ajustarse y buscar protección ante cambios climáticos. El desafío clave de este ascenso es el cruce del extenso glaciar, con múltiples grietas, siendo este uno de los momentos críticos de la travesía.

Inicialmente se especuló que los andinistas podrían haber caído en una grieta del glaciar, pero tras la visualización de los cuerpos desde un helicóptero de la Fuerza Aérea de Chile y la confirmación de carabineros del GOPE, esta teoría fue descartada.
Este lamentable suceso deja consternados a la comunidad andinista y a los amantes de la montaña, recordándonos los riesgos inherentes a este tipo de expediciones.