Baja de Retenciones no impulsa ventas de Soja y afecta el ingreso de divisas
- Nacionales
- 24 feb
- 3 Min. de lectura
A pesar de la reducción temporal en las retenciones a la soja, el trigo y el maíz anunciada el 22 de enero, los productores no han acelerado sus ventas de granos, lo que impacta negativamente en el ingreso de divisas al país. Según el análisis de Pablo Adreani, especialista en mercados agrícolas, diversos factores han contribuido a esta reticencia.

Un Mercado de Demanda y Precios Sin Incentivos Suficientes
Previo al anuncio, los mercados operaban por encima del precio de paridad de exportación y del de la industria aceitera, lo que impidió que el beneficio de la reducción impositiva se tradujera en una mejora sustancial en los precios. "Estamos ante un mercado de demanda, donde exportadores, molinos y aceiteras mejoran los precios de compra para atraer a los productores. Sin embargo, del lado de los productores no existe una necesidad imperiosa de vender, salvo para cumplir compromisos previos", destacó Adreani.
Volúmenes de Ventas y Existencias Acumuladas
Entre el 22 de enero y el 12 de febrero se comercializaron:
11.000 toneladas de soja para exportación.
943.000 toneladas vendidas a la industria aceitera.
Estas ventas se realizaron, en gran medida, por la necesidad de liquidez y no como respuesta directa a la baja de retenciones. Actualmente, los productores retienen cerca de 12 millones de toneladas de soja física, que se prevé serán vendidas de manera gradual hasta la llegada de la nueva cosecha en mayo de 2025.
Además, la soja disponible se negocia a 313 dólares por tonelada, con una prima de 17 dólares sobre la posición de abril (296 dólares por tonelada). Este diferencial incentiva la venta de la soja almacenada, aunque parte de la producción se mantendrá fuera del mercado hasta el próximo año fiscal.
Impactos Adversos y Regulación del Ingreso de Divisas
La sequía que afectó a la región entre diciembre y mediados de enero provocó pérdidas en cultivos de segunda y deterioró la floración de la soja de primera, generando incertidumbre sobre los rendimientos futuros. La falta de previsibilidad sobre el volumen de la producción dificulta la planificación de ventas por parte de los productores.
Asimismo, la reglamentación del ingreso de divisas, que obliga a liquidar las exportaciones dentro de los 15 días hábiles posteriores a la venta o registro, limita la operatividad de exportadores y aceiteras, restringiendo aún más el dinamismo del mercado.
Contraste con el Mercado del Maíz
A diferencia de la soja, las ventas de maíz muestran mayor dinamismo. Durante el mismo período, se comercializaron:
737.000 toneladas de maíz de la cosecha 2023/24.
1,3 millones de toneladas de la cosecha 2024/25.
Las ventas de maíz responden a la proximidad de la cosecha de cultivos tempranos y a que las exportaciones ya han declarado ventas por 1,5 millones de toneladas, con embarques programados para marzo (908.000 toneladas) y abril (610.000 toneladas).
Perspectivas y Conclusiones
Aunque el movimiento en el mercado del maíz es alentador, el flujo de divisas por exportaciones sigue siendo limitado por la retención de soja. Se estima que en febrero ingresarán alrededor de 1.500 millones de dólares, una cifra que podría ser mayor si los productores hubieran respondido a la baja de retenciones vendiendo más granos.
La evolución de las ventas agrícolas en los próximos meses dependerá de varios factores: las condiciones climáticas, la estabilidad de precios y las decisiones políticas que afectan la comercialización. Mientras tanto, la estrategia de los productores se centra en esperar, en un contexto de incertidumbre que condiciona el ingreso de divisas y la planificación del sector agropecuario.
Con estos desafíos, el sector agrícola se encuentra en un delicado equilibrio, donde la cautela de los productores ante precios y regulaciones podría seguir limitando el dinamismo esperado tras las medidas impositivas, afectando directamente el flujo de recursos al país.