El Racing Club de Eduardo Castex hizo un gol más que el girasolero, solo eso, en ningún momento fue más equipo. Para las estadÃsticas, el resultado final fue 2 a 1.
El primer gol del local se da en un rechazo de Bornes, que la suerte quiso que la pelota pegue en la humanidad de Brian Montero y se cuele en el arco defendido por Nolito Wiggenhauser, cuando iban 18 minutos de la primera etapa y el girasolero era superior en juego y posibilidades de ataque.
Luego el Depo siguió buscando el arco rival, mientras que el albo trató de trabar el juego, ensuciar el partido, con jugadores que abusaron de tirarse al piso, tratando de hacer que el tiempo corra, tal vez por que no se esperaba el juego del equipo celeste.
La segunda etapa se emparejó el juego, porque el Deportivo Winifreda arriesgó más, buscando el empate y el equipo local encontró terreno fértil para los contragolpes.
A los 18 minutos del complemento, un codazo en el área, le abre la piel a Kin Miranda, arriba de la ceja, donde manaba mucha sangre. Claro penal que el árbitro no vio. Ese golpe condicionó fÃsicamente al jugador winifredense el resto del partido, que por momentos se lo veÃa como mareado.
A los 26 minutos llega el empate gisrasolero, en una hermosa jugada donde participan Miranda, Pieraligi, nuevamente Miranda y Enzo Furch convierte.
A partir de ese momento el partido se hace de ida y vuelta, hasta que Juan Leguizamón convierte un golazo que sentencia el 2 a 1 definitivo, cuando el reloj marcaba que iban 37 minutos.
El Depo se despidió entre aplausos por los más de 400 hinchas que viajaron a la localidad vecina, y aunque el llanto de los jugadores demostró la tristeza que tenÃan por el resultado, pero se retiran del torneo con la frente en alto, sabiendo que hicieron todo por ganar el partido.
Felicitaciones al equipo, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, que se tienen que sentir orgullosos del lugar de importancia que pusieron al Deprotivo Winifreda a nivel provincial, que demuestra que siguiendo éste camino e trabajo y sacrifico, van a ser más las alegrÃas que las tristezas.
