«FUE UN ACONTECIMIENTO SOCIAL»
Con mucho público se concretó el sábado el remate liquidación de cientos de productos de la firma Sucesores de Vicente Mosmann por cese de actividades. Este histórico negocio, ubicado en la calle San Martín, cerró sus puertas el pasado 31 de agosto tras 46 años de actividad comercial en Winifreda. Era atendido por Alicia Hirschfeld, de 73 años. Se ofertaron más de 500 lotes sin base y se vendieron en su totalidad. Solo quedó una máquina agrícola. Se subastaron artículos del hogar, de ferretería, muebles nuevos y usados, materiales de construcción, antigüedades y mercaderías varias.
El remate resultó demasiado atractivo dado que llegaron compradores de varias localidades pampeanas quienes se fueron con sus camionetas, camiones y casillas repletas de distintos productos. El subastador fue Carlos Bruno nativo de esta localidad pero radicado hace años en Santa Rosa. Le agradeció a Alicia y a su hijo Víctor Hugo por haber confiado en sus servicios.
«Sé que no fue una decisión fácil para Alicia pero entendió que ya era hora de disfrutar de los nietos y de un merecido descanso», evaluó Bruno la medida que tomó la vecina winifredense.
Enseguida recordó una vivencia personal. «Yo también viví una situación parecida, después de 45 años de tener un comercio (en Santa Rosa) tomé la decisión de cerrarlo, son etapas de la vida».
Por otra parte manifestó que llegó al pueblo «con el compromiso de que sea el mejor remate posible más que nada para Alicia porque no le resultaba fácil desprenderse de todos sus bienes. Por suerte tuvimos el acompañamiento de muchos compradores de Parera, General Acha, General Pico, Eduardo Castex y Winifreda y salió un remate muy ágil: empezamos minutos después de las 10 de la mañana y para las 16 lo teníamos listo cuando había más de 500 lotes».
«La verdad que para la situación económica que se está viviendo creo que los precios fueron totalmente razonables. Este tipo de remate tiene que ser negocio para ambas partes y en este caso me parece que todos los compradores se han ido conformes con las compras que han hecho y no me cabe duda que Alicia también lo estará con lo recaudado y va a poder dedicarse a descansar que bien merecido lo tiene», agregó en su análisis.
Sin base.
Ante una consulta puntual respondió que los más de 500 lotes salieron sin base o sea a precio libre porque en su gran mayoría se subastó «mercadería nueva» y ante la gran cantidad de compradores no fue necesario poner un precio de referencia porque «a veces traba las operaciones. Lo único que le pusimos base fue a un tractor Fiat 60 con pala que era el que usaba Don Vicente y después (su esposa) Alicia en el corralón para cargar los áridos. Lo tenemos a disposición a muy bajo valor. Cualquier chacarero lo puede utilizar para terraplenar bebidas o lo pueden usar las casas de venta de materiales de construcción. Es lo único que nos quedó sin vender».
Durante la subasta le bajó el martillo a algunas antigüedades como planchas de carbón, una moledora de café, un farol conocido como Sol de Noche que se vendió en 1.500 pesos y una colección de discos de vinilo. «Se pagaron buenos precios», aseguró Bruno, quien confió que tiene «pasión» por comprar y vender antigüedades pero esta vez «estaba del otro lado del mostrador».
«El disco de vinilo se busca porque hay gente que tiene un tocadisco y está volviendo la época retro, quienes ya tenemos más de 60 años esa música nos encanta», acotó.
El rematador confió que «nunca hice remates judiciales porque para mí son traumáticos» en cambio «cuando se realizan por cese de actividades comerciales pasan a ser un acontecimiento social, vienen los vecinos, los amigos, los parientes. Acá tuvimos la cantina atendida por la Asociación Cooperadora del Hospital, uno trata de colaborar en ese sentido para que las instituciones intermedias puedan recaudar algo para el fin que están trabajando».
Nostalgia.
«Por supuesto que es nostálgico. Con Alicia en los días en que estuvimos organizando el remate charlamos que se cumplen etapas de la vida. Ella tiene una hija y nietos en Santiago del Estero así que ahora va a tener tiempo para poder disfrutarlos», amplió.
Finalmente indicó que las ventas fueron de contado y «los viejos clientes que ya los conocemos y han comprado por una cifra importante pagaron una parte y el resto con un cheque a 30 días».
Cabe recordar que Alicia Hirschfeld se hizo cargo de la administración general del negocio tras el fallecimiento de su esposo Vicente Mosmann, el 13 noviembre de 1998. Desde ese momento hasta el último día hábil de agosto estuvo en contacto con albañiles, gasistas, plomeros, electricistas y proveedores. Cerró ante la insistencia de su familia para que pusiera fin a su etapa laboral.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 01/10/2019 >
