“Los Humildes”, se lucieron en los mejores festivales del país
El empleado rural y tropillero Alfredo Coronel, 38 años, es nativo de Pirovano, partido de Bolívar, Buenos Aires y está afincado con su familia desde hace quince años en Winifreda. En enero participó con su tropilla bautizada “Los Humildes” en el concurso de entrevero realizado en el Festival Nacional de Doma y Folclore de Jesús María, Córdoba, y en marzo llevó sus equinos al 10º Festival Nacional del Caldén de Doma y Folclore de Nueva Galia, ubicada a 267 kilómetros de la ciudad de San Luis. En el entrevero se suelta a los caballos al campo y cada uno tiene que buscar a su madrina. La tropilla que se forma primero es la que gana.
“Cumplí mi sueño de mostrar mis animales en los mejores festivales del país”, expresó el peón de campo. Tres tropilleros pampeanos asistieron a la tradicional fiesta cordobesa, que este año arribó a su 51 edición y contó con doce noches (en lugar de las 10 habituales) ya que la grilla de espectáculos se extendió desde el 7 al 18 de enero. La tropilla de Coronel salió al campo con nueve caballos criollos overos entreverados, una yegua madrina lobuna overa más el montado por el jinete. Esta caballada, antes de viajar hacia Córdoba, había participado en septiembre de 2015 en la tradicional fiesta de las tropillas entabladas, organizada por los vecinos Jorge Faisandaz y Enrique Vermeulen en el campo de doma “Mario Ramírez” ubicado en el vivero municipal de Winifreda.
En ese predio estuvieron presentes las principales tropillas de La Pampa, las que por primera vez fueron evaluadas por un jurado integrado por Daniel Pérez de Brandsen y Horacio Yurlandi de San Vicente, ambos de Buenos Aires. Las seleccionadas para Jesús María fueron la de potros de Javier Wisner de Ataliva Roca, la de mansos de Cesar Aguirre de Quemú Quemú y la de redomones de Coronel.
“Tuvieron en cuenta el aspecto físico de los caballos y la yegua. Cuando me dan la noticia sentí que valoraron mi trabajo y las destrezas que hicieron los animales”, recordó Coronel. Trasladó sus nueve equinos hacia Córdoba con un transporte del camionero Pablo Petengaiser y Nancy Castañeira. Tuvo que llevar la libreta sanitaria y una foto de cada uno de los caballos en el marco de los controles sanitarios. Los gastos del flete fueron costeados por Omar Hernández, un tropillero de Quehué y activo colaborador del consagrado festival cordobés. “Le estoy inmensamente agradecido porque también se hizo cargo de la estadía y las entradas al festival para mi familia”, resaltó Coronel. El viajó el 10 de enero y sus amigos lo despidieron con un asado y una caravana de autos lo acompañó hasta el cruce de rutas nacional 35 y provincial. La Sociedad Rural de Jesús María destinó un predio con alfalfa y sombra para las 20 tropillas participantes del festival provenientes de la provincia anfitriona, Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa. Dos de ellas pertenecían a mujeres. En total 300 caballos salieron al campo de jineteadas. El montado por Coronel fue uno blanco cedido por el winifredense Alexis Nungeser. Todos los tropilleros recibieron un presente y una noche acompañaron al “Chaqueño” Palavecino hasta el escenario “José Hernández”.
Coronel dejó una muy buena impresión y Omar Hernández lo invitó al festival de Nueva Galia, que incluyó una demostración de las mejores tropillas del país. “Fue algo espectacular porque se presentaron 25 tropillas y 400 caballos, más que Jesús María”, comparó Coronel. “Viví momentos inolvidables en cada festival junto a mi esposa Noemí y mis hijos Agustín y Bianca. Los caballos que tengo los obtuve con mucho trabajo y los cuido porque también son parte de mi familia”, finalizó. > Luis Barbaschi para LA ARENA 02/04/2016 <
